El espíritu de supervivencia que están teniendo todos en El Salvador generó que el jugador de FAS, Guillermo Stradella, adelantara un plan a futuro que tenía con la venta de comida argentina.
Alejado de las canchas por el tema del Covid 19, el argentino nacionalizado salvadoreño junto con su esposa Paola abrieron el negocio “Stradelli 503” de venta de empanadas, las cuales cocinan ellos mismos y reparten a través de encargos.
“Con mi señora siempre tuvimos la idea de organizar algo de comida con estilo argentino. Ahora surge por una necesidad y con la ayuda de mi mamá (Silvia) se nos hizo un poco más fácil comenzar a preparar. Por ahora es algo casero, más con esto de la cuarentena que uno no puede hacer nada. Esperemos que si sigue funcionando la idea va a crecer el negocio y, si nos va bien, ya podremos ir pensando en algo más formal y hacerlo más algo bonito”, explicó el tigrillo.
El primer día fue una aventura. El trabajo está dividido entre Guillermo y Paola para cumplir a tiempo con los pedidos y al mismo tiempo turnarse para cuidar al pequeño hijo de ambos, Nicolás: “Lo más complicado es organizarse y calcular bien los tiempos. Eso irá con la experiencia que iremos adquiriendo, el conocimiento que iremos teniendo día a día. Obviamente, si esto mejora, nos tendremos que organizar de otra forma”, comentó el argentino.
Son cuatro las especialidades de empanadas: La Cordobesa (carne molida, pasas de uva y especias), La Porteña (Carne molida, huevo y aceituna), La Clásica (jamón, queso y chile morrón) y La de Nonna (cebolla, queso y orégano).
“Por ahora se vendieron mejor las de carne. Las de cebolla la recomiendo mucho y quienes las han probado han dicho que volverán a pedirlas”, detalló.
El número donde están tomando las órdenes es el 6072-2522 y a través de Twitter, Facebook e Instagram pueden encontrar más detalles del menú.
Las empanadas han tenido una buena aceptación con sus clientes, los cuales solo pertenecen al área de San Salvador, que es donde vive Stradella con su familia: “Ahorita, por la situación que estamos viviendo en el país se hace complicado, pero la idea es llevar órdenes a Santa Ana, porque han mostrado el interés allá. Hay que ser conscientes de que lo nuevo llama la atención y si gusta, vuelven a pedir. Yo espero que la gente que nos hizo el aguante el primer día, nos siga aguante siempre, porque siempre les ha gustado”.
Los días para tomar pedido los han tenido que ir cambiando, por la demanda que han tenido: “Los martes, jueves y sábado vamos a estar tomando pedidos. La semana anterior hicimos jueves y sábado y a un montón de gente tuvimos que decirle que no teníamos espacio para entrega, porque no dábamos abasto”, contó el jugador.
En su salsa
Paola Rivas, esposa de Stradella, es una chef profesional y el jugador de los santanecos tiene un gran gusto por cocinar. Ese detalle fue lo que también motivó a ambos a emprender este sueño.
El Guille reconoció: “No sabía cocinar pero el fútbol me enseñó. Esa es la realidad. A mi me tocó irme de la casa a los 17 años y desde entonces tuve que meterme a la cocina, varias veces llamando a mi mamá, para que me dijera como hacer el arroz y hasta para calentar el agua, por así decirlo. Después uno va aprendiendo con el tiempo y se anima a cocinar algunas cosas”.
También aceptó que su mamá ha sido una gran influencia para colocarse delante de la estufa: “mi mamá es mi maestra en esto. A ella le gusta cocinar y a mi gusto cocina muy rico. Entonces eso te anima. A parte que a nosotros no nos da miedo y no nos vamos a arrepentir de lo que hemos hecho. Si sale bien, vamos para adelante y si sale mal, hay que tomar nota y ver en que se falló”.
Sobre la idea de iniciar con el plato de empanadas, apuntó: “Es algo bien nuestro de Argentina y que tampoco es muy común. Acá en El Salvador, las empanadas no lo ven como una cena, sino que lo ven como una entrada. Allá en Argentina se pide una docena para cenar y ya la gente lo acompaña con un vino, una cerveza o una soda y cenan”.
Entre los clientes, hay muchos conocidos de Stradella, quienes le dan más comentarios de confianza para seguir creciendo con este negocio, que será una de las cosas más preciadas que le dejará el fútbol, luego de su retiro.
Por ahora, para nada le cruza la idea de dejar de jugar profesionalmente y hasta con la nacionalidad salvadoreña y después del tiempo que lleva en el país, hasta ha comentado que se ilusiona más con ser tomado en cuenta para la Selecta.
Pero mientras todo eso llega, trata de disfrutar este sueño, entre los momentos duros que se están viviendo a nivel mundial. Quedando a la espera de que todo se vuelva a integrar para incorporarse a los tigrillos. Por ello trata de no perder la forma: “Tengo que bajarle a la cantidad de empanadas (sonríe)… Trato de mantenerme en forma para no llegar mal a la hora que toque volver a FAS. Hago mis ejercicios por aparte, pero en la zona que vivo se me vuelve complicado. Sin embargo, ahí vamos”, señala el jugador tigrillo, quien con su voz demuestra el entusiasmo de que este podría llegar a su torneo.