El viaje de vacaciones con el que Francisco González celebraría su graduación y haber egresado de la licenciatura de Ciencias Jurídicas se convirtió en toda una odisea porque jamás pensó que estaría tanto tiempo lejos de su familia. Francisco tiene 26 años, salió de El Salvador el 6 de marzo y tenía previsto regresar el 23 del mismo mes, pero para esa fecha las fronteras ya estaban cerradas por la crisis sanitaria causada por el COVID -19 y quedó varado en París.
El joven tecleño llegó a París el 15 de marzo, justo el día que Emmanuel Macron, presidente de Francia, cerró la fronteras; y dos días después Nayib Bukele, presidente de El Salvador, ordenó cerrar el Aeropuerto Internancional Monseñor Romero.
Ahora, asegura que el consulado salvadoreño no ha brindado ningún tipo de información sobre su regreso y lo único que le han dicho es que “es difícil que regrese” porque no está en el grupo vulnerable.
“A mí personalmente me dijeron que no tenga muchas esperanzas, que iba a ser muy difícil que nos repatriaran o al menos a mí. Yo estoy en la voluntad de esperar las 14 semanas que dijeron e incluso hacer 30 días de cuarentena en El Salvador o lo que se nos indique, pero no puedo mantenerme 14 semanas acá o más”, dijo Francisco.
Aseguró que desde que llegó a París logró subsidiar sus gastos con el ahorro del viaje hasta el 4 de abril, a partir de esa fecha la embajada salvadoreña le ha ayudado con alimentación y alojamiento. Sin embargo, esta semana se le dio la noticia que se están quedando sin presupuesto y hasta el 1 de junio podrán seguir ayudando.
“El problema es que ellos ya me dijeron que se les acaba el presupuesto para junio, a partir del 1 de junio volveré a tener que pagar alojamiento y comida todo por mi cuenta nuevamente porque ya no nos ayudarán, ellos prefieren que nos vayamos a Latinoamérica y alguna otra embajada nos ayude porque ellos ya no lo harán”, relata Francisco.
La preocupación de Francisco es que sus ahorros se acabaron y su madre, el único apoyo económico que tiene, tampoco cuenta con el dinero para ayudarlo con los gastos de comida y alojamiento que necesita.
“Se habla mucho de la repatriación y todos tenemos la esperanza de regresar, pero nos preocupa el tiempo y los costos. El alojamiento en París es carísimo, igual la comida. Quisiera que no dijeran que nos van ayudar con eso, pero nunca dicen nada de eso. Solo nos dicen que nos esperemos”, manifiesta Francisco.
“Quiero regresar ya a casa, con mi mamá, mis amigos, mis compañeros de trabajo y tener la certeza que estaré bien, porque si da miedo estar y salir acá”, concluyó.
La Ley Especial Transitoria para la Atención Integral de la Salud y la Reanudación de Labores aprobada el lunes por la noche por los diputados exige que presentar cinco días después de su entrada en vigencia un plan de repatriación de los salvadoreños varados o extranjeros residentes en El Salvador. Estos, al volver, serán examinados por COVID-19 y deberán ir a cuarentena 15 días, priorizando la modalidad domiciliar si el resultado de la prueba de coronavirus es negativo.
Sin embargo, el presidente Bukele anunció que vetará dicha iniciativa.
El equipo jurídico de la Presidencia de la República anunció este martes la emisión de otro decreto, el 19. Sin embargo, si el Ejecutivo no lo remite al Legislativo, es probable que siga el mismo camino del anterior, el cual fue frenado por la Sala.
Después de 62 días en el exterior, aún desconoce cuándo va a regresar a El Salvador porque no ha recibido ninguna información de parte del consulado.