La memoria puede ser un aliado para ser felices o infelices. Si una persona tiene una buena relación con su pasado, puede que no le afecten los recuerdos. Así lo cree Meik Wiking, director ejecutivo del primer Instituto de Investigación de la Felicidad del Mundo en Dinamarca.
“A medida que vivimos y convertimos los recuerdos a positivos e imborrables podremos evocarlos cuando nos hagan falta o tengamos una racha no demasiado buena”, explicó.
Las investigaciones sobre la felicidad efectuadas por el equipo de Wiking sugieren que las personas se sienten más felices con sus vidas si tienden a albergar una perspectiva positiva y nostálgica de su pasado.
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La nostalgia, como emoción humana, se manifiesta también cuando la gente da un vistazo al pasado. Mirar los álbumes fotográficos antiguos es una manera de volver a vivir y replantearse las decisiones. Manipular las fotos también ayuda a generar sentimientos encontrados. Debes enfrentarlos para conocerte mejor.

Una excelente terapia es disfrutar de tus fotos y luego utilizarlas para crear detalles especiales que puedes obsequiar a tus seres queridos después de los días de encierro. Acá te sugerimos algunas opciones.
Crea un álbum
Es la opción más tradicional y altamente útil, porque ordenarás y conservarás las fotos de mejor manera. Si pones toda tu creatividad y empeño, vas a darle a tu familia un obsequio impresionante. Utiliza una libreta o cuaderno viejo y después elige una temática para ilustrar la portada, ya sea que la dibujes, pintes con colores y acuarelas o elabores un collage, y no olvides que el tema que escojas debe estar presente en el resto de las páginas a través de pequeños y sobrios detalles.
Decora las paredes
La web española de decoración El Mueble aconseja adornar las paredes con fotografías. Si vas a hacer una composición de imágenes traza una línea de al menos 35 centímetros desde el mueble hacia arriba y cuélgalos. Los cuadros en blanco y negro ubícalos detrás de los sofás largos. Para dar un toque alegre a la habitación, monta cuadros decorativos mezclados con retratos. Y recuerda que los portarretratos se ven mejor en la estantería, preferiblemente junto a un jarrón de flores.

Haz de las fotos un juego
Los expertos aconsejan realizar toda clase de ejercicios para agilizar la memoria, y armar rompecabezas se considera una actividad adecuada. ¿Por qué no hacer uno con las fotos familiares? Mientras pones a prueba tus habilidades piensa en tus seres queridos. “Crear recuerdos felices, basados en primeras experiencias emocionantes y a las que prestemos atención, y después evocarlos, puede ayudarnos en algunos momentos adversos de la vida”, explica el investigador Meik Wiking.
Elabora un regalo especial
Ten en mente que cuando la situación provocada por la pandemia comience a normalizarse volverás a ver a tus parientes y amigos. Prepárales una sorpresa con las fotos que tienen juntos, como un conjunto de imanes con las imágenes de esos seres queridos, tazas, peluches, un reloj, canvas, una tarjeta o una carta. Lo importante es que destaques el cariño que guardas a esas personas especiales. Dice Wiking que crear momentos significativos marca la importancia en las relaciones sociales.
Crea un árbol genealógico
Es una decisión valiente porque te tocará explorar el pasado, conocer tus ancestros y reconocer a otros. Comienza por las fotos que ya tienes, habla con tus padres para conocer su historia, telefonea a los demás familiares y cuando tengas suficiente información pon manos a la obra. Dibuja el árbol en la pared, píntalo de tu color preferido y enmarca las fotos. Halla variados diseños de árboles en internet y no te olvides de colocar los nombres a cada persona. Será un detalle que perdurará.