Las alertas sobre el uso del dinero comienzan a darse a medida que el Gobierno pide más fondos y se le aprueban más créditos nacionales e internacionales.
Para el director ejecutivo de la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde), es urgente que se comiencen a auditar todas las compras y los proyectos alrededor de la emergencia del COVID-19 y a rendirse informes detallados de todo el dinero que está llegando a manos estatales.
¿Ha habido algún presidente en la historia que haya manejado tanto dinero en un solo año?
No. Aquí se da una situación de contraste, en el sentido que nunca, nunca un gobierno ha tenido tanto dinero y nunca, nunca un gobierno ha tenido tanta falta de control y tanta falta de control sobre su uso.
Debería ser al revés. Entre más dinero se le otorga, más dinero fluye, debería de haber más controles, pero justamente es al revés: más dinero y menos controles.
Los niveles de discrecionalidad que va a haber para el uso de ese dinero, imagínese usted que va a servir para muchas cosas que no están contempladas como se debe.
¿Esta cantidad de dinero es suficiente para manejar una crisis como la que estamos viviendo?
Más que suficiente si se hace bien, pero si usted viene y ese dinero, sobre todo el prestado…usted va a quedar con una deuda que puede subir arriba de los 85% del PIB, puede llegar a 90%… eso si se endeudan con los $3,000 millones, pero yo dudo que los puedan conseguir.
¿Es difícil que se puedan conseguir esos $3,000 millones?
Es bien difícil y si acaso lo llegan a conseguir, va a ser a unas tasas de interés muy elevadas, porque por la situación del país, la manera en la que se está manejando el país, el mismo endeudamiento que expresan todas esas peticiones de préstamos nos bajan las calificaciones. Fitch ya hizo la primera y conseguir dinero en el sector de los acreedores privados va a ser difícil y si lo consiguen va a ser a alto costo. Y ya pues, el sector multilateral ya les está dando.
Ahí sí pueden conseguir algo del BID (Banco Interamericano de Desarrollo), del Banco Centroamericano, algo del Banco Mundial. Esos sí pueden conseguirlo a tasas de interés que no sean tan altas.
Ahora bien, en la hipótesis de que consiguieran la mitad de eso, la deuda pues se nos va a subir a más del 80% delPIB. ¿Y cuál es el problema? Es que si ese dinero se usa mal, se va a ir en gasto corriente, se diluye en corrupción, en compra de voluntades, en medidas populistas y no impacta sobre la economía, no contribuye a la reactivación económica, pues lo que vamos a tener es una situación fiscal muy seria, porque vamos a estar más endeudados sin crecimiento y la única manera de enfrentar seriamente la deuda es con crecimiento. Entonces, esos $1,500 se pueden ir en un hoyo que no va a tener un mayor impacto y el único impacto que vamos a tener va a ser el incremento de la deuda.
Es como que a usted le den un préstamo para ampliar su taller y usted lo usara en gasolina, en un viaje.
La Corte de Cuentas ya comenzó a hacer auditorías, sobre todo con el dinero del hospital de CIFCO y la entrega de los $300 a las familias. ¿Cree que se necesita más fiscalización de este dinero?
Primero hay que decirlo con bastante claridad: la Corte de Cuentas no da confianza para que pueda auditar seriamente y con objetividad, y en este contexto, menos.
Vamos a esperar los resultados, pero como usted sabe, ciertas auditorías de la Corte de Cuentas ni siquiera se dan a conocer. Yo creo que deberían hacerlas públicas con todos los datos posibles y no solo salir diciendo: “no hay nada”, sino que hagan público todos esos informes y que no queden como auditorías internas.
¿Por qué dice que no confía en las auditorías de la Corte de Cuentas?
Si nos atenemos a la trayectoria de la Corte de Cuentas, no hay ningún elemento que uno diga: “sí va a hacer una buena auditoría”; y la capacidad que tiene, porque no solo va a auditar el hospital. Tiene que estar auditando todo lo que están gastando. ¿Dónde está la exigencia de la Corte de Cuentas para que le presenten informe de compras? Piden información al Ministerio de Obras Públicas y manda a la Asamblea un cuadrito con 20 cifras. Eso no puede ser.
Hay un poco de información en Comprasal, pero si usted ve, desde marzo, todos los portales de los entes obligados no tienen actualizada su información, hasta ahora no sabemos qué se está comprando. Las canastas básicas, que dijeron que eran para 2.7 millones de personas, después que a 1.7 millones y después que costaban $50 y luego se ve que cuestan $10… ¿Quién va a auditar esa compra? ¿Los datos sobre a qué empresa se le está comprando? ¿Las bases de la licitación? Tenemos un problema porque ahora casi todo es contratación directa y no pasa por la Ley LACAP. Por eso le decía: hay mucho dinero fluyendo, pero los mecanismos de control están muy relajados, amén de la falta de voluntad que ha existido en las instituciones para vigilar.
La misma Asamblea Legislativa tiene una responsabilidad de auditar, de llevar algún control sobre los gastos.
Ahora no sabemos a quién le está comprando, ni qué le está comprando, ni a qué precio le está comprando. Y como usted sabe: en arca abierta el justo peca, y aquí las arcas están super abiertas y con mucho dinero. Eso es muy preocupante.