300 pacientes con trasplante no han podido retirar su medicina

Esa es la cantidad que registra la Asociación de Trasplantados Renales, entre lunes y jueves, todos en tratamiento en el ISSS. El fármaco es vital para evitar el rechazo del riñón donado

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Rosario Ayala, es una paciente con cáncer que se presentó a su cita de quimioterapia este día en el Hospital Médico Quirúrgico del Seguro Social. Viene de San Juan Opico, pero se quedó donde una amiga en San Salvador. Tardó una hora y media para llegar al hospital debido a la falta de transporte. Foto EDH/ David Martínez

Por Evelia Hernández

2020-05-09 4:30:09

En cuatro días, 300 personas con trasplante de riñón, en tratamiento en el Instituto Salvadoreño del Seguro Social, han tenido dificultades para llegar a retirar el fármaco inmunosupresor, esencial para que el cuerpo no rechace el órgano trasplantado, , declaró Laura Miranda, presidenta de la Asociación de Trasplantados Renales. En el país hay un registro de 850 personas con trasplante de riñón.

“Estamos teniendo problemas con las personas que tiene que venir a traer medicamento porque en su mayoría, lo entregan en San Salvador. Se ha enviado a una cantidad a la farmacia de San Miguel pero el problema es que ya se ha terminado. El problema es que si no lo llegamos a tomar pueden ocasionar problema y podemos perder el riñón”, explicó Miranda sobre el riesgo de no tomar el medicamento.

Tanto Miranda como Marcella Carrillo, de la Fundación Edificando Vidas, muestran preocupación debido a la afectación de los pacientes en cuanto a las medidas restrictivas de movilización como la falta de transporte para que los pacientes con insuficiencia renal y personas con cáncer que necesitan de un tratamiento de radioterapia y de quimioterapia para que su enfermedad no siga avanzando.

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Los pacientes con daño renal, que no tienen trasplante, deben someterse a diálisis o hemodiálisis varias veces por semana.

“El paciente con insuficiencia renal puede llegar a morir porque si está demasiado sobrecargado de tóxico o líquido o tiene agua en sus pulmones, si no se hace la hemodiálisis inmediatamente, no lleva su tratamiento, él puede morirse de un paro cardíaco”, expuso Laura Miranda.

Miranda y Carrillo coinciden que el riesgo de muerte aumenta para los pacientes con enfermedades crónicas al no tener el tratamiento adecuado y a tiempo; por eso la reciente restricción de movilidad, la circulación por número de DUI y la suspensión del transporte público les hace más difícil acceder a los servicios médicos o medicamentos.

“A la gente se le dificulta llegar a traerlos (medicamentos). La gente que puede llegar tiene que recibir tratamiento para tres o cuatro o cinco meses para dejar de exponerse; porque no habrá transporte o por que no le toca salir por el número del DUI, quizás un poquito más de planificación sería ideal (…) Necesitamos el tratamiento para continuar viviendo”, expuso Marcela, quien es una sobreviviente de cáncer.

El médico especialista Raúl Lara Meléndez ha explicado en diversas ocasiones que las personas con cáncer deben seguir con sus tratamientos en los centros hospitalarios con las medidas de seguridad respectivas para evitar el contagio por coronavirus.

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“Los pacientes no deben ser dejados porque el cáncer avanza. Hay que mantener los tratamientos, la vigilancia, los controles. Se aconseja a los pacientes no dejar de lado los tratamientos y sus citas”, declaró el radio oncólogo, en marzo pasado.

Carrillo manifestó que el jueves pasado recibió un estimado de 400 mensajes y llamadas de gente preocupada, exponiendo que en el número que habilitó el Gobierno para pedir transporte, la respuesta que recibieron era que no había cupo.

“¿Marcella cómo vamos hacer’”, era las interrogantes que le hacían. Este viernes, muchos fueron auxiliados con la iniciativa Soliraditon.

“Hubo pacientes, en tratamiento, que caminaron kilómetros … de verdad es un desgaste. La gente se va morir de estrés, por la falta de tratamiento, de atención médica y no del cáncer. El Covid es importante es un tema que ataca al mundo entero, pero el cáncer ha generado, a través de la historia, muchísimas más muertes y no se le ha puesto la atención debida”, dijo Carrillo.

Solo el año pasado se diagnosticaron 17,553 casos nuevos de cáncer, en el país. Y las personas que padecen de insuficiencia renal crónica y reciben tratamiento de diálisis o hemodiálisis en el Ministerio de Salud o el Seguro Social suman 5,300 casos.

A juicio de Miranda, el poco conocimiento del Gobierno sobre las personas que tienen enfermedades crónicas, los ha hecho improvisar y quitarle el Derecho a la Salud a las personas, “quizás no dimensionan la cantidad de pacientes crónicos en tratamiento que hay en el país, porque no estamos hablando solo de pacientes con insuficiencia renal sino que también pacientes oncológicos. ¿Cuántos vehículos tenía que haber tenido el Ejecutivo para movilizarnos? Realmente es algo grave porque esa medida (restricción de movilidad) significa que se le está quitando el derecho a su tratamiento. Parece que fue una decisión demasiado arbitraria o arrebatada por falta de conocimiento a las estadísticas”, expuso Miranda.

Dos días después de que iniciarán las nuevas restricciones de movilidad, el secretario Jurídico de Asuntos de la Presidencia, Conan Castro, aclaró que las personas que tengan una emergencia de Salud aunque su terminación de DUI no corresponda al día para comprar, las farmacias pueden venderle”.

Según declaraciones de la Comisionada Carolina Recinos, el día de ayer, el Gobierno dio 627 servicios personalizados a personas con enfermedades crónicas.

Solo en el Seguro Social hay una demanda de más de 360 pacientes en la Unidad de Hemodiálisis Monserrat, mientras que en el hospital Rosales hay más de 240 pacientes que también requieren de este servicio y viene de diversos municipios a nivel nacional.

Sumado a esto, hay un aproximado de 200 pacientes que realizan su tratamiento en el Instituto de Cáncer, y otros cientos en los hospitales Rosales y Maternidad.