Con la llegada de las primeras lluvias, es casi inevitable el surgir de los molestos zancudos, cuyas picaduras pueden causar ronchas rojas que se inflaman y pican mucho, pero también males como el dengue, el zika y el chikungunya que pueden ser mortales.
Quizá te interese saber que además de combatirlos con insecticidas químicos, es posible alejarlos usando ingredientes naturales que pueden resultar menos tóxicos. Desde plantas hasta la creación de trampas, aquí te damos algunas claves para deshacerte de ellos.
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1. Elabora un repelente
El blog Quick and Dirty Tips sugiere usar este aerosol para repeler mosquitos, pero además asegura que es útil con otros insectos como las moscas.
Para prepararlo solo tienes que picar una cebolla pequeña y una cabeza de ajo. Esto tienes que mezclarlo con cuatro tazas de agua, cuatro cucharaditas de pimienta de cayena y una cucharada de jabón líquido para platos.
Vierte el contenido en una botella con atomizador y rocía en los alrededores de la terraza, en el jardín o en los sitios donde has descubierto que frecuentan los zancudos.
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Esta mezcla se conserva durante una semana si se almacena en un frasco con tapa hermética y en un lugar oscuro y fresco.
2. Con aroma a eucalipto y limón
Si te es posible adquirir un repelente hecho a base de ingredientes naturales, elige uno que contenga aceite de eucalipto de limón.
Es extremadamente efectivo y proporciona una protección duradera.
3. La menta también funciona
Otro ingrediente natural para combatir a los mosquitos es la menta.
Para ello combina unas gotas de aceite esencial de menta con una taza de agua en una botella con atomizador, agita bien y rocíalo sobre la piel. De acuerdo con Quick and Dirty Tips, la menta contiene compuestos químicos que ayudan a repeler a esos bichos pero también a tener un aroma fresco.
4. Prepara agua con ajo
Las velas de citronela son excelentes para repeler insectos, pero no son baratas. Sin embargo, puedes obtener el mismo efecto si mezclas varios dientes de ajo con agua, deja que se maceren por un tiempo y luego rocía el líquido por los rincones de la casa o del jardín para mantener alejados a los mosquitos y otros insectos, como moscas y pulgas.
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