Zoe Navarro está feliz. La ilusión que le genera convertirse en mamá ha sido más fuerte que la pandemia de la COVID-19.
“He decidido aprovechar cada oportunidad que tenga de tomarme fotos con mi panza; quiero tener todas las memorias de esta etapa en mi vida y ni la cuarentena podrá evitarlo”, escribió esta semana en su cuenta de Instagram. Vía correo, platicamos con ella.
Casada con Alejandro Navarro, otro periodista salvadoreño, viven en Estados Unidos, y esperan una niña. “Es algo impresionante, supernuevo, una experiencia increíble. Tu visión de las cosas y la vida cambia por completo. Sabes que todo gira en torno a tu bebé y que deseas lo mejor por y para ella”, expresó.
A pesar de la situación de emergencia que se experimenta en la mayor parte del mundo, Zoe, de 33 años, no pierde la sonrisa. Su emoción es más grande que el miedo. “Jamás pensé que ser mamá sería así: una bendición grandísima que te llena de una forma muy única. Estoy feliz por esta nueva etapa. Y, si hablamos de ser mamá en medio de una pandemia, creo que marcará aún más mi vida”, señaló.
La reportera de Univisión explicó que hacer periodismo estando embarazada durante un escenario como el actual ha sido “un reto doble”. Cuenta que debido a su profesión, comenzó la cuarentena tarde. “La mayor parte de gente ya tiene dos meses y yo apenas cumplí uno, pues seguí trabajando hasta que sentí que los números de casos se dispararon en Los Ángeles y me sentí en riesgo por mi bebé, así que decidí tomar una pausa y estar en casa”, indicó.
La profesional comentó que había deseos de venir a El Salvador con su esposo y celebrar con sus seres queridos, pero tuvieron que cancelarlos: “Teníamos pensado ir y hacer el gender reveal con toda la familia y amigos, y luego irnos a nuestra babymoon, pero los planes de Dios son otros”.
Y es que las cosas no han sido fáciles. Las restricciones por el nuevo coronavirus también la han afectado. “En el aspecto médico también han habido cambios. A mis ultrasonografías, he tenido que ir sola porque solo se permite entrar al paciente; las demás citas han sido por videollamadas. Y para mi esposo y para mí, siendo padres primerizos, es inevitable no pensar en el riesgo y en la posibilidad, incluso, de estar sola a la hora del parto. Son cosas que no salen de mi cabeza y le pido a Dios que esto termine pronto”, compartió.
Sin embargo, la joven invitó a todas las embarazadas a no perder la esperanza en este tiempo. “Confíen en Dios y en ustedes. Esta es una prueba más importante que, como madres, tendremos para contar a nuestros hijos. Confiemos en nuestro instinto materno; no nos expongamos por nada ni nadie y, dentro de todo, disfrutemos del proceso tan maravilloso y único de ser madres”, recomendó.