Un aniversario más de nuestro andar como Diario de nobles principios

Desde el inicio y al lado de muchos logros, de ir escalando en prestigio y presencia en el corazón de tantos salvadoreños, hemos sufrido persecuciones, acosos, amenazas, censuras, encarcelamientos, viles calumnias, destierros, cierre, bombas y otros atentados.

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El vicepresidente de la Asamblea Legislativa y diputado de ARENA, Norman Quijano, es señalado por la Fiscalía de cometer fraude electoral y agrupaciones ilícitas. Foto EDH/Archivo

Por El Diario de Hoy

2020-04-30 8:30:40

Mañana, 2 de mayo, celebramos 84 años de haber iniciado nuestro andar como un Diario de nobles principios, innovador del periodismo nacional y regional en el tratamiento de los sucesos, las ideas y los anhelos de salvadoreños y centroamericanos, un pionero en el uso de tecnología y tratamiento de contenidos, defensor de las libertades y derechos del hombre como ser dotado de dignidad.
En el largo peregrinaje como periodistas independientes hemos cosechado muchos reconocimientos y galardones, más que ninguna otra entidad en El Salvador, lo que incluye ser premiados en al menos tres ocasiones por UNICEF por nuestra labor en la protección y el desarrollo educativo de la niñez en El Salvador.
Las organizaciones noticiosas independientes no son fabricantes de falsas realidades ni echan mano de troles, distorsiones, medias verdades, amenazas, estadísticas maquilladas, vanas promesas ni presumiendo ser dueños de la verdad, sino que son instituciones muy conscientes de que así como el saber y las realidades se transforman permanentemente, los principios y normas éticas, al igual que lo honesto y racional, se acatan y atesoran.
En estos largos años de servicio al país hemos sido muy celosos guardianes del derecho a la libre expresión, pues es el que tutela el resto de derechos y libertades del hombre.
Desde el inicio y al lado de muchos logros, de ir escalando en prestigio y presencia en el corazón de tantos salvadoreños, hemos sufrido persecuciones, acosos, amenazas, censuras, encarcelamientos, viles calumnias, destierros, cierres.
Enloquecidos atacaron la residencia de nuestro director, intentaron emboscarlo, ametrallaron las instalaciones, detonaron una bomba de alto poder a la entrada del periódico y, con Funes, hicieron un intento de asesinarlo como más tarde asesinaron a pausas al expresidente Flores.
En un infructuoso intento para castigarnos y doblegarnos, en los años del duartismo toda la publicidad estatal nos fue suspendida como hoy en día, usando recursos estatales, de la gente, para saldar resentimientos personales del mandatario de turno.

Hay que proteger la salud y el trabajo, pero también las libertades y la democracia

Desde el primer día, ser interlocutores y analistas racionales, apoyar nuestras posiciones en el sentido común, en la lógica, no en posturas viscerales, ha sido la luz en nuestro camino. Y en igual manera condenamos la violencia, la persecución, el racismo y prácticas corruptas, incluyendo la hipocresía política y el saqueo de bienes públicos. En esta horrible coyuntura en que se encuentra nuestro país y el mundo hacemos lo posible para informar sobre los avances de la pandemia, de la mejor forma de proteger a nuestras familias y nuestros connacionales, de contribuir en lo posible al combate del virus.
Nuestra posición es que toda iniciativa, toda estrategia dirigida a controlar y reducir el número de contagiados, de la debida forma de aislar a los enfermos, de los tratamientos y mejores prácticas aplicables, sea resultado de consultas con los profesionales más capacitados. Muy poco debe dejarse a la casualidad, a ir de error y acierto en error y acierto.
Al mismo tiempo que se lucha contra la pandemia hay que proteger la producción en la medida de lo posible, pues cada día es patente en nuestras páginas el drama humano de los salvadoreños de a pie atribulados por el hambre y el desempleo consecuencia de la crisis y medidas erráticas del grupo en el poder.
Así como enfrentamos todos los avatares y amarguras, el reto de cada día es proteger nuestra democracia, el orden de Derecho y las libertades fundamentales.