Pandillero que conspiró en el asesinato de 160 personas salió hace 8 días de la cárcel

Según información oficial, el cabecilla de la MS-13 salió hace ocho días de una cárcel, llevando órdenes de incrementar homicidios; fuentes de inteligencia estatal aseguran que en la tregua fue ascendido a cabecilla nacional. Pertenece a la clica Stoner, de Santa Ana.

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Rafael Ramos Peraza (de camisa azul) en agosto de 2018. Fue condenado a 350 años de prisión por varios delitos. Foto EDH / Archivo

Por El Diario de Hoy

2020-04-29 8:30:04

Rafael Antonio Ramos Peraza fue condenado en agosto de 2018 a 350 años de cárcel luego de que la Fiscalía General de la República (FGR) lo acusara del delito de proposición y conspiración para asesinar a no menos de 160 personas.

Su papel en esos 160 homicidios consistió en conocer las razones por las cuales asesinarían y autorizarlos durante reuniones entre jefes de la MS, según consta en documentos judiciales relacionados a la llamada Operación Jaque.

Este cabecilla, de acuerdo con documentos judiciales, tenía poder de decisión sobre la vida de cualquier salvadoreño.

Entre los 166 casos de homicidios en los que conspiró, se encuentra el director del centro penal de Ilobasco, custodios penitenciarios, empresarios de buses de Chapeltique, pandilleros rivales, pandilleros de la misma organización, agentes policiales y militares y cualquier persona de la que alguna clica sospechara que colaboraba con las autoridades o pandillas rivales.

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Ramos Peraza, conocido dentro de la pandilla como Negro o Wesley, nació el 12 de junio de 1984 en el cantón El Ranchador, municipio y departamento de Santa Ana. Sus vecinos lo describen como un joven tranquilo e inteligente.

Pero eso fue antes de que se involucrara con las pandillas, donde ascendió rápidamente a fuerza de destacar en el ámbito criminal.

A pesar de que fue el pandillero que recibió la más abultada condena de los 62 condenados en el caso Operación Jaque, ese cabecilla recuperó su libertad, según fuentes policiales, debido a que apeló su condena y hasta la fecha, no le han resuelto esa apelación, por tanto, por estar más de tres años encarcelado sin tener una sentencia firme, el pandillero recuperó su libertad.

De acuerdo con fuentes de El Diario de Hoy, a ese pandillero es que se refirió el presidente Nayib Bukele, en su cuenta de Twitter, al decir que un pandillero de la operación Jaque condenado a 175 años de prisión había sido puesto en libertad y que había trasladado órdenes de incrementar los homicidios desde la semana anterior – hubo 76 asesinatos entre viernes y lunes-.

Recapturado
Ante el incremento de homicidios, tanto la Policía Nacional Civil (PNC) y la Fuerza Armada incrementaron su operatividad contra las pandillas, derivando en la captura de varios pandilleros a quienes han señalado de ser los responsables de ordenar los homicidios.

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Sin embargo, Ramos Peraza fue recapturado hasta ayer, según el director de Centros Penales, Orisis Luna. Esto pese a que según abogados consultados, debería haber portado un brazalete, pues no consideran que haya recuperado su libertad de manera definitiva, sino mientras se le resuelve su apelación y se deja firme su sentencia.

De acuerdo con las fuentes policiales, Ramos Peraza ascendió a ranflero (cabecilla nacional) durante la tregua; cuando la mayoría de cabecillas fueron encarcelados él tomó el mando en la zona del departamento de Santa Ana.

Sobre el proceso de liberación de Ramos Peraza es poco lo que se conoce oficialmente.

Sus entradas y salidas de las cárceles no comenzaron con el caso Operación Jaque. De hecho, a esa fecha ya se encontraba en el penal de Izalco, guardando prisión por el delito de tráfico ilícito de drogas, según documentos judiciales, a la orden del Tribunal Especializado de Sentencia de Santa Ana.

Antes de eso, en el 2005 fue capturado por el delito de agrupaciones ilícitas, junto a 25 personas más. En este caso, el Tribunal Segundo de Sentencia de Santa Ana lo absolvió de cargos. Solo uno de los 26 acusados fue condenado a tres años de prisión.

Las órdenes que sacó el cabecilla

De acuerdo con fuentes de inteligencia gubernamental, las órdenes emanadas desde los centros penitenciarios de incrementar los asesinatos son respuesta al incumplimiento de un compromiso de palabra que el gobierno les había hecho de no trasladar a pandilleros y por la captura de dos cabecillas que eran quienes movían el dinero de las extorsiones de la pandilla.

Esos pandilleros, a quienes las fuentes dijeron no tener a mano las identidades y la fecha exacta de captura, son quienes se encargaban de mover el dinero de la pandilla incluyendo la distribución de ayudas económicas a familiares de cabecillas que están encarcelados.

Según los informantes, el plan de la pandilla es mantener elevados durante 100 días, los índices de homicidios para demostrar al gobierno su fuerza y obligar a que algunos funcionarios gubernamentales cumplan las promesas que les hicieron.

Los homicidios han aumentado de manera vertiginosa desde el viernes anterior a nivel nacional y, sobre todo, en territorios controlados por la mara Salvatrucha, tales como Atiquizaya, Ahuachapán, Nueva Concepción, San Salvador, San Miguel y La Unión.

El gobierno, a través de la Dirección de Centros Penales ha reaccionado aislando completamente a los pandilleros encarcelados y desmantelando la segregación que había en los centros penitenciarios, es decir, que ya no hay cárceles ni celdas exclusivas para miembros de una misma pandilla. Y en cada celda se están instalando láminas de hierro para evitar que los de una celda puedan transmitir mensajes a los de las celdas de enfrente o de al lado.

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