El médico salvadoreño Renán Aguilar, incorporado a la profesión en Estados Unidos y quien labora amparado con el Estatus de Protección Temporal, TPS, en el sistema de clínicas de Washington DC, trabaja estos días en largas jornadas en la Unidad de Atención Covid-19, donde se atiende a pacientes sospechosos de la enfermedad y donde se pone el primer filtro para referir a pruebas y hospitales. El galeno salvadoreño ha sido reasignado a un sector de la capital donde hay una fuerte población hispana.
Este compatriota, graduado de la Facultad de Medicina de la Universidad de El Salvador, UES, y quien puede ejercer la profesión gracias al TPS, es uno de los miles de inmigrantes que en estos días están en la primera línea de atención a la pandemia y por los que el senador federal, Robert Menéndez, ha girado una misiva a la administración de Donald Trump para proteger con una extensión automática tanto a la clase TPS como a los beneficiarios del Programa de Acción Diferida para llegados en la Infancia, DACA.
El senador, representante de Nueva Jersey, consiguió las firmas de los 47 legisladores de la Cámara Alta de la bancada demócrata, que funge como minoría en esa instancia legislativa federal, para poner en evidencia la importancia de este grupo de inmigrantes en medio de la crisis. La carta fue enviada a Trump la semana pasada.
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Los datos estimados por los firmantes de la misiva girada a Trump señalan que unos 333,000 trabajadores esenciales durante la pandemia son beneficiarios de estos dos programas, y de estos más de 50 mil están en el sector de salud, que hoy por hoy representa un reto para todas los estados que buscan garantizar que el personal sanitario sea suficiente para paliar la crisis, luego de observar atónitos el efecto del coronavirus en urbes como Nueva York o Nueva Jersey.
Durante una teleconferencia ofrecida este martes por el senador Menéndez y el por el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, de Nueva York, enfatizaron algunos puntos sobre la importancia de dar protección especial a los trabajadores del TPS. Entre la comunidad salvadoreña en Estados Unidos unos 295 mil compatriotas son beneficiarios de este programa desde el año 2001, y gran parte de estos trabajan como empleados esenciales en estos días.
“Los beneficiarios de TPS y DACA son contribuyentes vitales para nuestra economía y la fuerza laboral de atención médica en la primera línea de batalla en contra del coronavirus. Seguir adelante con los esfuerzos de su administración (de Donald Trump) para deportar a más de un millón de receptores de DACA y TPS sería innecesariamente cruel y debilitaría en gran medida la fuerza laboral esencial de nuestra nación”, acotó el senador Menéndez.