“Vivimos del contacto físico”, afirma el actor mexicano de raíces libanesas Bruno Bichir. “Sí, estamos muy angustiados, pero (William) Shakespeare, que yo lo amo y lo admiro, vivió en varias cuarentenas, en varias pestes y sobrevivió y aquí estamos… Estoy seguro de que sobreviviremos. Ahora, ¿cómo sobreviviremos? Esa es la gran pregunta”, se cuestiona el actor del nuevo thriller de Amazon Prime Video, “The Quarry”, que se estrenó recientemente.
El también hermano de los actores Demián y Odiseo Bichir recuerda al famoso dramaturgo inglés, del que algunos estudiosos afirman creó algunas de sus grandes obras, como “Macbeth” y “El rey Lear”, durante confinamientos forzados por varios brotes de peste registrados en la Europa del siglo XVII.
Tanto ha influido el Bardo de Avon en su carrera teatral que parte de su trabajo lo ha impulsado desde el Foro Shakespeare, un espacio cultural independiente que funciona en la Ciudad de México desde 1982. “Vamos a cometer un grave error si salimos de esto, que saldremos, y regresamos a lo mismo”, enfatizó el mexicano en una entrevista reciente desde su casa en Los Ángeles con Associated Press. “Si volvemos a la normalidad, habrá sido el gran error de esta era; es una gran oportunidad para cambiar muchas cosas”, recalcó.
En este punto es válido recordar las conclusiones de un estudio realizado por los psicólogos Karen Gasper y Brianna Middlewood de la Universidad del Estado de Pensilvania —retomado por la BBC en 2017— sobre cómo el aburrimiento puede llegar a ser muy productivo.
En esos momentos de ocio, en el que las personas atraviesan un estado de tedio significativo, es cuando las personas pueden desarrollar grandes ideas que impulsen grandes cambios a la humanidad.
“En opinión de los psicólogos, el estado de aburrimiento nos estimula a explorar nuestra creatividad, porque el cerebro está indicando que la situación actual es deficiente y necesitas motivarte para avanzar”, se detalla en el artículo publicado por la BBC.
Ejemplos de ello hay muchos, no solo el gran dramaturgo inglés William Shakespeare, también figuran Isaac Newton, Nostradamus, Ana Frank, Vincent van Gogh o Beethoven.
Actualmente, hay artistas de fama mundial que han compartido con sus seguidores en redes sociales los proyectos en los que trabajan durante el aislamiento obligado por el coronavirus. Así, el cantautor español Alejandro Sanz invierte su tiempo en nuevas canciones y en la producción de un documental que él asegura será el “mejor cuaderno de la cuarentena”.
“Es la forma perfecta para contar lo que está pasando (las personas). La historia la escribe siempre gente con intereses determinados y eso distorsiona. Lo correcto es darle voz a quien es protagonista de ello”, considera, antes de destacar cómo los ciudadanos han sacado a los balcones no solo su agradecimiento, sino también su “ingenio”, según EFE.
Luis Fonsi es otro de los artistas que ha aprovechado el encierro no solo para trabajar en su estudio, sino también para colaborar con diferentes iniciativas a favor de los más vulnerables de la pandemia y disfrutar del tiempo con su familia, algo que para él era muy difícil.
Eugenio Derbez, por su parte, ha iniciado la transmisión de un programa en línea, filmando con su celular, donde la gran protagonista es su familia.
En El Salvador, los miembros originales del grupo Adrenalina aprovechan el tiempo para continuar con su trabajo musical, la Orquesta Sinfónica Juvenil (OSJ) está por iniciar su temporada 2020 desde sus redes sociales y los cantantes de Opus 503 se han propuesto promover el canto lírico en línea.
Los estudios que han propuesto que los momentos de aburrimiento pueden significar una oportunidad única para crear, también han llegado a determinar que existen varios tipos de aburrimiento y que no todas las personas tienen la capacidad para aprovechar este tiempo al máximo.
Pero, ¿cómo saber si estoy aburrida? El sitio psyciencia.com propone tres señales. 1. Dificultad para prestar atención a la información interior y exterior requerida para participar de forma efectiva en una actividad determinada. 2. Ser consciente de que se tiene esa dificultad para prestar atención. 3. Argumentar que esa dificultad es culpa de nuestro entorno.
El aburrimiento productivo está ligado estrechamente con la capacidad de hacer silencio, analizar y reflexionar, ser positivo y aprovechar los recursos que se tienen a la mano, y eso incluye, en pleno siglo XXI, a la tecnología. Piénsalo, tal vez durante este aislamiento forzado descubras esa “gran idea” que tanto esperabas.