Casi 650 prisioneros han dado positivo en el test de coronavirus en una prisión en Michigan (EE.UU.), que alberga a reos cuya edad o estado de salud les hace especialmente vulnerables, informó este sábado el diario The Washington Post.
El rotativo, que citó datos del Departamento Penitenciario de Michigan, precisó que los 642 infectados con COVID-19, suponen el 44 % de los 1.400 prisioneros en la cárcel de Lakeland en la zona de Coldwater, en Michigan.
Hasta ahora más de 1.170 reos han dado positivo en las pruebas de coronavirus en el estado de Michigan, de los que treinta han fallecido.
Varios estados del país, como Ohio, Tennessee, Arkansas, Michigan y Carolina del Norte, han comenzado a practicar tests a los reclusos en cárceles y se espera que la tasa de infectados en las prisiones a nivel nacional se triplique la próxima semana.
Según datos de The Marshall Project, una iniciativa periodística que recoge datos sobre el sistema penal en EE.UU., a nivel nacional hay 9.437 casos confirmados de coronavirus en cárceles de todo el país, de los que 131 han perdido la vida.
De acuerdo a ese proyecto, el primer caso de un prisionero muerto en un centro penitenciario estadounidense fue el de Anthony Cheek, de 49 años, que había estado recluido en la Prisión Estatal de Lee, cerca de Albany, en el estado de Nueva York, epicentro de la pandemia en EE.UU., y que finalmente falleció en Georgia.
Los primeros casos de COVID-19 entre reos del país fueron diagnosticados en cárceles de los estados de Georgia y Massachusetts el pasado 20 de marzo.
Las infecciones se han disparado en las dos últimas semanas en las penitenciarías estadounidenses, según el Marshall Project, que indica que la tasa de propagación en las cárceles en comparación con la de población general es superior en más de un 150 %.