El ministro de Hacienda, Nelson Fuentes, afirmó en una entrevista televisiva el martes por la noche que el gobierno no se ha comprometido a subir impuestos a sugerencia del FMI para obtener $389 millones en préstamos y que más bien le ha pedido es una mayor sostenibilidad de la deuda pública.
“Vamos a tener que buscar mecanismos para que la economía crezca para garantizar más ingresos y que el gasto público se relentice”, afirmó el funcionario.
“El compromiso que tiene con el FMI es buscar las medidas para que la economía crezca. ¿Se comprometió a incrementar el IVA? No. ¿Se comprometió con un impuesto a lo suntuario? No”, agregó el funcionario cuando el entrevistador insistió si el endeudamiento actual implicaría medidas fiscales futuras.
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Según Fuentes, no se van a subir impuestos como el IVA y tampoco se aplicarán impuestos a la propiedad como se dijo en un inicio.
El funcionario señaló que para conseguir ese equilibrio en sus finanzas será el Gobierno quien tendrá que decidir si lo hace por la vía de los ingresos o por la vía de los gastos.
Añadió que por ahora el gobierno trabajará en medidas de apoyo a las empresas y dijo que este jueves presentarán a la Asamblea Legislativa un paquete que incluye la suspensión del pago de la renta, entre otros con el fin de apoyar a los negocios a sobrevivir.
“El fondo lo que está pidiendo es mayor sostenibilidad de la deuda”, insistió.
Estabilidad financiera
Otro de los puntos que el funcionario destacó es que el martes la calificadora de riesgo Standard and Poor`s otorgó al país una perspectiva estable de sus finanzas.
“A pesar de que el soberano ya presenta una carga de deuda alta, esperamos que el fondeo del Fondo Monetario Internacional, de otros acreedores y de los mercados internacionales brinden liquidez y limiten el riesgo de refinanciamiento”, señala el resumen de calificación de la agencia.
Agrega que la perspectiva estable pondera las necesidades relativamente moderadas de servicio de la deuda en los siguientes 12 a 18 meses con una recesión económica y finanzas públicas débiles.
No obstante la calificadora señaló que podrían bajar la calificación en los siguientes 12 meses si El Salvador afronta dificultades para acceder al financiamiento de acreedores oficiales y a los mercados internacionales derivado de una baja confianza de los inversionistas o “de una intensificación de la polarización política” lo que incrementaría significativamente los riesgos de refinanciamiento.
Añade que también se podría bajar la calificación si la recuperación económica se retrasa lo que mantendría elevados déficit fiscales por más tiempo del estimado.