Reto inédito para la humanidad

COVID-19 no es el zombi apocalíptico ni tampoco el fin del mundo. Seguro que superaremos esto, como lo ha hecho antes la humanidad.

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Joaquín Samayoa. / Foto Por Jessica Orellana

Por Ricardo Esmahan

2020-04-22 6:36:10

Hay mucho pesimismo en torno a la pandemia de COVID-19, provocado principalmente por dramáticos reportes de ciudades alrededor del mundo que han sido severamente afectadas y abatidas como Nueva York, en donde la cantidad de infectados desbordó la imaginación y los testimonios en redes sociales de personas que cuidan estos enfermos, son realmente trágicos y claman por la compasión.
Algunos creen que difícilmente sortearemos esta crisis pandémica sin daños graves en mortalidad y el caos económico. Que estaremos en cuarentena durante meses, hasta que esté disponible una vacuna. Que el distanciamiento social no funcionará si toda la población vuelve a sus actividades productivas, educativas y de ocio. Que los hospitales terminarán abarrotados y que la vida será alterada para siempre.
Sin embargo, es de considerar que la historia de la humanidad da cuenta de nuestra capacidad para superar problemas igual de dantescos, ya sea guerra fría, crisis de misiles nucleares, ataques terroristas a occidente e incluso, crisis pandémicas de gran mortalidad.
Nadie con ese pesimismo ante noticias sobre el COVID-19 está prestando atención a las buenas noticias.
Una buena noticia es que hoy en día estamos tecnológicamente más preparados para enfrentar una pandemia, más que en cualquier otro momento de la historia. Disponemos de plataformas de internet que nos conectan virtualmente para comunicarnos como Zoom, coadyuvando a lograr la cuarentena domiciliar. La tecnología nos está auxiliando a lidiar con esta crisis pandémica, creando formas de trabajo domiciliar, oferta de servicios y una nueva asignación de recursos.
Cuando salgamos del encierro al que nos obliga a muchos este virus y retomemos nuestra vida normal, probablemente encontremos una “normalidad” bien distinta. Un resultado esperado podría ser que los científicos hayan descubierto un tratamiento de “varita mágica” que extermine el virus y recupere rápidamente a los pacientes más graves. Y sería hasta entonces que podríamos levantar las restricciones y reanudar los negocios, generando empleos, en la titánica tarea de recuperar la economía. Pero lo más probable es que cualquier tratamiento de este tipo estaría disponible dentro de varios meses y una vacuna probablemente estaría presta para esta región a principios del 2021, por lo que deberán tomarse muchas precauciones para evitar que el sistema de salud sea rebasado y colapse. Ínterin, no veremos reuniones de amigos, restaurantes repletos, no habrá apretón de manos, ni besos en las mejillas. Pero eso sí, seguro veremos algo nuevo: una estructura económica radicalmente diferente.
El coronavirus es transferido desde antes de confirmarse el contagio, mediante pruebas confiables provoca un sesgo estadístico. Y se dice que un vector (persona contagiada) puede andar transmitiendo el coronavirus estando asintomático… ¡hasta por 14 días! Un factor que hace este virus altamente contagioso, esperándose que semanas después el número de casos confirmados aumenten significativamente.
Pero lo importante es hacer lo correcto. Si hay un virus que puede incapacitar temporalmente a parte de la población y causar muerte a personas de la tercera edad o con salud deficiente es de pensar que estas personas podrían ser conocidos, seres que amamos. Por ello, debemos actuar y desde nuestra posición apoyar a prevenir una propagación y fatalidad de grandes números. Ahora, déjenme decir esto: COVID-19 no es el zombi apocalíptico ni tampoco el fin del mundo. Seguro que superaremos esto, como lo ha hecho antes la humanidad. Pero requiere actitud solidaria y respeto a los derechos fundamentales constitucionales así como el bienestar, la salud y la vida. Creo que ahora está muy claro que esta pandemia tendrá serias consecuencias. Y en este punto no podemos estar seguros de cuál será peor, si el impacto en la salud pública o en la economía global.

Exministro de Economía.