Al abogado Ronald Toledo le han hecho cinco pruebas para detectar si tiene COVID-19, ha pasado por la Villa Olímpica, el Hospital Saldaña, está en el Hotel Beverly Hills y hoy llega a 40 días en aislamiento; pero no le han dado respuesta alguna de sus exámenes.
Toledo, de 49 años, viajó junto a 24 personas en el avión desde México D.F. a San Salvador. Y su sorpresa fue que lo enviaron a la Villa Olímpica, donde cuenta que llegaron a haber 400 personas provenientes de España, Italia, Brasil, Panamá, Colombia, Guatemala, EE. UU., Honduras, etc. Ahí estuvo del 13 al 26 de marzo.
Después, sin darle ninguna explicación, fue llevado al hospital Saldaña y ahí le hicieron, por primera vez, dos pruebas de Covid-19: una en sangre y el hisopado.
Pasó dos días ahí, donde relata que los trataron “como animales”. Pasó junto a otras nueve personas en un cuarto cerrado con cadenas y candados, y solamente llegaban a darles los tres tiempos de comida.
El 28 de marzo, sin explicaciones de nuevo, lo trasladaron al Beverly Hills, donde, según se queja Toledo, “la atención médica no existe”, pues solo les preguntan por teléfono cómo están cada noche, y les toman temperatura. Nada más. Ya le hicieron dos pruebas más ahí, una supuestamente “express” el domingo, narra.
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El abogado tiene al menos 16 días pidiendo que el Ministerio de Salud le entregue una constancia de que está en cuarentena, ya que representa a empresas farmacéuticas, pero no ha tenido respuesta.
Toledo sostiene que “yo soy el primero en decir que el derecho a la Salud de las personas es lo que cuenta, por eso acepté esos 30 días. Si alguien me notificara y me dijera, ‘aquí están las pruebas, el resultado, y usted está enfermo’, yo no pido salir, porque no quiero ir a enfermar ni a mi esposa ni a mi hijo. Pero a mí nadie me ha dicho si estoy enfermo. Es el único lugar donde uno se va a tomar pruebas y no le notifican. Acá todo se maneja con oscurantismo, con ocultamiento”. Los días pasan, sigue en cuarentena, y el abogado ya analiza denunciar y demandar al ministro de Salud, Francisco Alabí, “porque no tiene qué lo ampare legalmente para retenerme ese tiempo”.
La cuarentena obligatoria que dictó y anunció el Ejecutivo para las personas que venían de otros países era por 30 días.