“Al principio estábamos abrumados”, cuenta Jorge Estupinián, repartidor de la plataforma Hugo, de 33 años y padre de dos niños de 12 y 8 años, al referirse al aumento en los pedidos que experimentó la empresa desde la emergencia.
Y es que desde el 22 de marzo, cuando comenzó la cuarentena domiciliar, la demanda era tanta que ni la misma plataforma estaba preparada para semejante incremento.
Jorge no paraba. Iba de un lado a otro en su motocicleta, llevando al principio solo comida, pero luego le pidieron medicinas, mascarillas y en Semana Santa, hasta torrejas, mango en miel y otras delicias típicas, que llevó de una casa familiar a otra.
El joven repartidor, que paga su vivienda en el Fondo Social para la Vivienda y también tiene un crédito con el que cancela su motocicleta, asegura que si bien ahora trabaja seis días a la semana un promedio de entre doce a catorce horas por día (por decisión propia), está consciente de la importancia de su tarea y se siente orgulloso de llevar a donde sea, cualquier pedido.
Contó que muchas veces los clientes lo sorprenden con buenas propinas o regalándole comida y eso le llena de mucha satisfacción.
Lo mismo le ha pasado a su compañero César Zetino, que lleva dos años trabajando para Hugo.
César asegura que muchos clientes le han llamado a mitad del camino para decirle que el pedido que lleva, en realidad es para él.
El repartidor también es padre de dos hijos y el único sostén de su familia. Asegura que este incremento en ingresos le está permitiendo ahorrar un poco, porque dice que cuando pase todo, habrá que tener dinero para palear la crisis que se viene.
“Yo antes vendía de tienda en tienda, me pasé a Hugo y hacía 17 pedidos por un buen día, ahora hago hasta 30 y aunque son jornadas duras, estamos ayudando a mucha gente para que no salga y eso nos permite ganar un extra”, dijo el joven.
Zetino, a quien le ha tocado llevar desde comida hasta un cable de computadora o unas yinas de hule, reconoce que tiene miedo de contagiarse al andar en la calle, pero sabe que lo que hace es necesario y además, necesita el trabajo.
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Domicilio llegó para quedarse
Esta tendencia de consumo permanecerá por mucho tiempo entre la gente, así lo han pronosticado varios estudiosos de las nuevas tendencias que dejará el COVID-19.
El confinamiento dictado en la mayoría de países para contener el virus ha provocado que este tipo de servicios despunte.
Hasta 2019, en el país operaban seis aplicaciones móviles que llevan, hasta la puerta de su casa o empresa, desde comida rápida hasta un menú gurmé, helados, postres o platillos dietéticos.
Plataformas como Hugo, Uber Eats, Get My Food y Gourmet Express, son de las más conocidas y durante esta crisis las que más han visto incrementada la demanda de pedidos.
Además restaurantes que antes no ofrecían el servicio, han debido reinventar la forma de vender y usar el domicilio para hacer llegar sus productos. Sin embargo son las plataformas de domicilio ya existentes en el país las que han despuntado con la emergencia.
La empresa Hugo emitió un comunicado en el que detalla que la demanda de pedidos en el país subió 60% en los primeros días de abril. Esto último ha generado un estimado de 500 nuevas oportunidades de empleo en todos los países donde Hugo opera.
De estos se ha incorporado un total de 380 nuevos repartidores, en la región, 240 en El Salvador y el resto repartidos en Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y República Dominicana.
Por su parte Carolina Coto, gerente de Comunicaciones de Uber Centroamérica detalló que como parte de los esfuerzos para apoyar a las pequeñas y medianas empresas locales e impulsar la demanda para los restaurantes y ayudar también a las personas que necesitan acceder a la entrega de comida y mercancías a domicilio, han hecho mejoras en su plataforma.
En este momento están trabajando para que los nuevos socios puedan inscribirse en tan solo 24 horas.
“A través de la aplicación de Uber Eats y por correo electrónico, se impulsará incrementar la visibilidad de restaurantes locales. Esta medida beneficiará a más de 30,000 restaurantes que usan la aplicación de Uber Eats en Latinoamérica”, explicó Coto.
Aunque no se precisó la cantidad de empleos generados con la pandemia, la gerente de Comunicaciones explicó que se están tomando todas las medidas de bioseguridad para sus repartidores.
Y es que el aumento en la demanda de pedidos no solo ha obligado a las plataformas a contratar más gente, sino que a implementar medidas de bioseguridad para proteger a los repartidores y clientes.
Jorge y César, de Hugo, han recibido un traje especial, mascarillas, guantes y alcohol gel y antes de entrar a sus viviendas, realizan todos los pasos para desinfectarse y evitar contagiar a sus familias.
El temor de ambos es que el constante contacto con la gente los ponga en riesgo, por eso siguen al pie de la letra todas las medidas de limpieza, antes de entrar a sus viviendas.