El turismo es otro de los rubros que experimenta una crisis por los efectos de la pandemia COVID-19.
De acuerdo a estimaciones de la ministra del rubro, Morena Valdez, el turismo tendrá una caída de al menos el 25% con respecto a cifras del año anterior, lo que representa unos $440 millones menos en divisas, detalló la funcionaria.
“Ellos (los operadores y hoteles) ya tenían vendida toda su temporada, el turismo había crecido más del 20% en los últimos ocho meses y esto no será fácil”, dijo Valdez.
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La ministra añadió que la Semana Santa es una temporada muy esperada por los involucrados en el rubro y este año, el confinamiento de los salvadoreños aumentó la pérdida en ingresos para los dueños de hoteles, hostales y pequeños alojamientos, así como para los restaurantes y turoperadores.
Según datos del Mitur, El Salvador posee un estimado de 5,500 habitaciones que aglutinan el rubro hotelero del que dependen no menos de 3,000 colaboradores directos.
Carlos Delgado, presidente de la Asociación de Hoteles, explicó que solo su gremial aglutina 35 establecimientos que generan unos 2,500 empleos directos y unos 1,300 indirectos.
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Delgado reconoció que están preocupados porque saben que al rubro le tomará tiempo recuperarse. “Dudamos que la mayoría pueda aguantar dos meses más si están cerrados. Los más perjudicados son los hoteles de cio que están en playas, montañas o en zonas rurales”, contó.
Lo mismo opina Leonor Castellanos, presidenta de la Asociación de Pequeños Hoteles, con 26 alojamientos asociados, la mayoría de los cuales han debido mandar a la mitad de su personal a casa.
Ella señala que buena parte de los de su gremial están siendo usados como “hoteles solidarios” por el Gobierno y eso ayuda a soportar un poco la crisis.
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La ministra de Turismo confirmó el miércoles que 73 hoteles sirven como centros de cuarentena, lo que representa una inversión que ronda los 4 millones de dólares.
Sin embargo, aunque los empresarios hoteleros encuentran en esta medida del Gobierno una opción para sostenerse, advierten que están percibiendo un 60% menos de los ingresos regulares.
“Las habitaciones de un hotel rondan los $40 hasta $75, dependiendo del hotel y la zona, la tarifa fija impuesta por el Gobierno es de $22.60, el pago nos ayuda a saldar la planilla pero el ingreso es bajo para la mayoría, solo alcanza para salarios pero no pagos completos”, contó Belliny Sigüenza, propietaria de hoteles Villa Serena.
La empresaria dice que en su caso ha debido mandar a cinco de sus diez colaboradores a casa y reducirles el salario en un 50%, porque no alcanza a pagarles el sueldo completo y como ella, dice, están haciendo casi todos. “Los bancos nos van a tener que ayudar, apenas y podemos pagar la planilla y vamos a tener que endeudarnos para seguir adelante”, señaló Sigüenza.
Los empresarios contaron que con el ingreso que les da el Gobierno por persona deben darle tres tiempos de comida y encargarse de la limpieza de las habitaciones.
En ese sentido incurren en gastos para compra de alimentos e insumos de higiene y para algunos, las cuentan están ya en números rojos.
Restaurantes en quiebra
El rubro de restaurantes del que dependen hasta 25,000 personas, según datos de la Asociación de Restaurantes de El Salvador, ARES, es otro que también está siendo golpeado ante la caída del turismo.
A mediados de marzo, el Gobierno ordenó que los restaurantes sirvieran solo para llevar o domicilio, pero muchos, no tenían ese servicio o la baja demanda no les permitió sostenerse.
Eso ocurrió con los quince cafés y restaurantes ubicados en la ruta Panorámica de San Francisco Chinameca en La Paz , que en una semana promedio recibían hasta 8,000 comensales. Hoy, llevan un mes con los locales desiertos.