El domingo de Pascua, los encuarentenados en el hotel Plaza de Sonsonate y en otros centros de contención recibieron una noticia: su cuarentena se alarga 15 días más, porque el tiempo que estuvieron en la Villa Olímpica no cuenta. ¿La razón? Hubo casos positivos a COVID-19 entre las personas que estuvieron ahí.
Lo mismo, días más o días menos, y por distintas razones enfrentan quienes están los hoteles Ágape y Atami, en Sonsonate; en el Izalco Cabañas Club en la Costa del Sol; en hotel Alicante de Apaneca y en el centro obrero de Coatepeque.
“Otros quince días es demasiado tiempo. Sabemos que por el mal manejo que se le dio a esto nos pusieron con gente que había venido de España, de Italia, en la Villa estuvimos trescientas y pico de personas. Eso era un foco de contagio enorme”, afirma Mariano, uno de los encuarentenados en el hotel Plaza.

Él comprende que en ese momento el gobierno implementó los centros de contención como una medida necesaria para evitar los contagios de COVID-19, “pero de eso a tenernos 15 días ahí y después movernos nos parece una negligencia”, afirma.
Él y otros encuarentenados le piden al gobierno “ser prioridad” para que se les hagan un segunda prueba y se descarte el contagio.
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Mientras tanto en Atami y el Izalco Cabañas Club, decenas de adultos mayores ya llevan 31 días de cuarentena y ante la posibilidad de 15 días más confinados en habitaciones de hotel, algunos han caído en depresión, aseguró Dino Safie, exencuarentenado que ha estado en comunicación con ellos.

La mañana de este lunes, Tania (nombre ficticio) lamentaba que las autoridades de Salud responsables del centro de contención en Atami no les hubieran dicho nada sobre su fecha de salida. “No se ve nada claro. Este hombre nos quiere tener aquí para justificar que el virus se ha venido de otros países. ¡Saber qué va a pasar con nosotros!”, lamentó.
Sin embargo, por la tarde, otra encuarentenada que está ahí junto a su padre, un octogenario diabético, dijo que ya les estaban preparando los documentos para salir de ese centro. Esto luego que este periódico denunciara que el grupo de adultos mayores con el que llegaron ellos inició la cuarentena el 12 de marzo en Jiquilisco, por lo que el domingo de Resurrección fue su día 32 confinados.
Otro sitio donde una adulta mayor lleva más de 30 días confinada es el hotel Tolteka de Santa Ana. Ahí está Zoila E. R. de A. de 84 años.
La señora fue enviada el 12 de marzo al centro de contención de Jiquilisco y hasta la noche de este lunes nadie daba noticias sobre su condición a la familia. “No la dejan salir y ya ella está desesperada”, explicó otra persona en cuarentena amiga de Zoila.