Las inacabables noticias sobre la pandemia pueden parecer beneficiosas pero el no tener un lineamiento para disminuir su impacto durante el aislamiento social y el tiempo que podemos utilizar para ello, está afectando la salud mental de muchos, particularmente quienes ya viven con afecciones en su salud mental.
Es normal frente a esta situación sentir algo de angustia y miedo, e incluso puede ser protector tener ansiedad, una emoción completamente natural. Por lo tanto, esta nos llevará a que tomemos todas las medidas de prevención necesarias. El tema es que este miedo no puede ser tan grande como para paralizarnos y difundir pánico en nuestro entorno, principalmente la familia o amigos con quienes ahora convivimos más y a pesar de que cada uno reaccionamos de modo distinto a situaciones estresantes. Una pandemia infecciosa como el coronavirus puede generar rasgos comunes en lo que a salud mental se refiere y esto viene provocado por multitud de factores, como el estado de salud propio o de otros, consecuencias laborales u académicas, evocar experiencias pasadas como conflictos personales, desastres naturales, guerras u otros, incertidumbre por la situación, soledad, cambios en los patrones culturales, falta de abastecimiento entre otros .. y todo esto nos lleva a la pregunta: ¿cómo podemos proteger nuestra salud mental durante la pandemia de COVID-19?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha actualizado sus directrices sobre planificación operacional para equilibrar las exigencias de la respuesta directa a la COVID-19 y esto abarca una serie de medidas inmediatas específicas que todos podemos llevar a cabo en nuestros hogares:
Necesidad de concientizarse de la situación poniendo atención principalmente en el riesgo que se puede causar a uno mismo o a los demás si no se siguiera el aislamiento indicado y medidas de prevención señaladas. Por ello, es preciso informarse acudiendo a fuentes fiables de información y eludiendo la ‘infoxicación’.