Desde que inició el coronavirus en diciembre del año pasado en Wuhan, China, fue evidente el cambio. En menos de 100 días, el virus impuso el trabajo a distancia, causó que millones de personas estén alejadas de su familia, vació las calles, cerró las escuelas, los bancos dejarán de cobrar cuotas, y otras cosas más.
El periodista y analista politico Peter Baker ha dicho que la magnitud y la velocidad de los cambios logran transformaciones: “la epidemia global de gripe de 1918 ayudó a crear los servicios nacionales de salud en varios países europeos. Las crisis gemelas de la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial sentaron las bases para el moderno estado de bienestar”.
Según explica Baker, las crisis moldean la historia y muchos “estudios de crisis” son los que permiten mostrar la realidad de cierta comunidad. “Quién tiene más y quién tiene menos. Dónde está el poder. Qué valora la gente y a qué le teme”, relata.
Sin duda que la crisis del coronavirus dejará cambios buenos y malos. Aún no se sabe con certeza qué beneficio tendrá tanto cambio.La recuperación económica y las relaciones entre los Estados son algunos aspectos que están en incertidumbre.