Foto EDH Jaime López
Las autoridades constatan que en los vehículos no se transporten personas de origen extranjero, que ingresaron por puntos fronterizos no habilitados.
La Policía continúa con estos controles vehiculares en las zonas del occidente del país para evitar que el virus se propague y que otras personas resulten afectadas por el COVID-19, tras conocerse el primer caso en el país.
También se mantienen vigilantes en las cercanías de los diecisiete centros de contención instalados en el área metropolitana de San Salvador, coordinados por la delegación policial de la capital, ante la emergencia por el coronavirus.
“Toda una logística de seguridad, en los alrededores, perimetral, fija y móvil en cada uno de los centros de cuarentena instalados en San Salvador”, aseguró hoy el inspector jefe Vladimir Rivas, subjefe de la Delegación capitalina.
Como norma sanitaria, colocan un cubrebocas o mascarilla y usan guantes de látex, manteniendo el distanciamiento social como medidas para prevenir el contagio.
Esto sucede en todos los centros de cuarentena situados en San Salvador.
Lago de Ilopango
La tarde de este viernes patrullaron por diversos merenderos de la zona del Lago de Ilopango, en San Salvador, para constatar que se cumplan con la disposición de cierre de negocios, como una medida preventiva.
La medida que busca evitar las aglomeraciones de personas, pretenden que los salvadoreños eviten salir de sus viviendas y frenar el mayor número de contagios.
El inspector jefe Ricardo Carrillos dijo que la policía mantiene reuniones constantes con los dueños de estos negocios para la toma de decisiones, quienes tras hacerles ver el problema, decidieron por cuenta propia cerrar sus establecimientos temporalmente.
Al igual que en Apulo, los agentes han ido de centro comercial en centro comercial, verificando que solo estén abierto los negocios autorizados: supermercados, farmacias y bancos.