Sus goles, sus festejos, su toque fino en la media han quedado atrás. Y un retiro silencioso es el que ahora lo acompaña. Eso es el que ha vivido Paolo Suárez, recientemente. El volante charrúa-salvadoreño colgó ya los botines, de manera profesional, y el fútbol ha dado para él un giro. Se mudó al condado de Washington, del Estado de Virginia, en Estados Unidos, y ahora se dedica a ser entrenador de fútbol de chicos.
Para el mediocampista, ex de Isidro Metapán, en El Salvador, y ex de Comunicaciones de Guatemala, este es un “lindo” nuevo reto que le da la bienvenida para disfrutar otro rol dentro de su pasión futbolera. Ya no en el campo, tocando el balón, sino atrás, en el banquillo técnico. Suárez, quien dijo adiós al deporte sin anunciarlo, contó a Cancha que hoy está en el proyecto de unos amigos que le abrieron una puerta grande, para trabajar al fútbol con la Academia Herndon Youth Soccer (HYS).