Cuentan que el célebre Paganini ¡interpretaba conciertos en los cementerios, entrada la madrugada! ¿Hechicería? ¿Rarezas del genio u ofrenda a las almas de los santos difuntos? ¿Acaso un homenaje al amanecer de la vida? Niccolo Paganini Bocciardo, virtuoso violinista, leyenda de la música clásica, es llamado por algunos supersticiosos “violinista del Diablo”. Quizá por su vida llena de leyendas, misterio y sortilegios. Pero, en cambio, aquél fue un artista celeste, por haber descifrado magistralmente los misterios del arte musical, proveniente del Cosmos y del alma humana. Aunque algún ángel etéreo hubiera rasgado alguna de sus partituras. La música surge del silencio y de igual manera se pierde en el silencio. Aunque, como sostienen los astrofísicos, en el cosmos no existe la “nada” o el “vacío”, concibiéndolo como un infinito mar lleno de materia y anti materia. Igualmente, el silencio sólo existiría en la percepción humana y en los “silencios” de la escritura musical. Según el misticismo, el silencio nos permite escuchar la voz de Dios y de nuestro interior. Calla, cierra tus ojos y verás a la Divinidad, sostenía Buda, el iluminado. Paganini: Violinista del camposanto al amanecer y de las multitudes. ¡No artista del diablo sino de la Divinidad de la Harmonía! <palabrasbalaguer.facebook.com>
Paganini, el violinista del camposanto al amanecer

2020-03-18 9:01:57