¿Las personas tercas pueden ser mejores? Los expertos lo revelan
A veces es difícil lidiar con algunos individuos, pero cuando reconoces que tiene las características de un terco entiendes el trato que merece. Estas personas no pueden negociar su opinión así que debes aprender a lidiar con ellos sin desgastarte.
La persona terca es aquella “incapaz de flexibilizar su posición ante situaciones de la vida diaria y hace cumplir su decisión por encima de la opinión o deseos de los demás”, explica la psicóloga Heidy Camillo. Quienes se llevan el principal reto de soportarlos son la familia, los amigos y los colegas de trabajo.
En general a los tercos hay que llegarles con tino, ya que sus opiniones son indiscutibles y toca practicar la escucha activa para saber qué les molesta y por qué. “Debemos evitar el ruido con palabras que no conducen a nada y mantener una mirada franca y generosa. Con movimientos pausados lograremos rebajar el nivel de tensión de las palabras y abriremos la vía del diálogo constructivo”, explica el experto en lenguaje y comunicación Julio García Gómez.
Si sabes que eres un necio porque tu familia te lo repite, tu pareja te lo ha reprochado o tus compañeros del trabajo lo comentan, y también porque muy dentro de ti sabes que es cierto, puedes comenzar a hacer pequeños cambios en tu vida a fin de convertirte en una mejor persona.
El periódico español El Mundo afirma en su sitio que lo principal es admitir lo que eres, cultivar la empatía, colocarte en el lugar del prójimo, y así obtendrás otra perspectiva de su comportamiento, y comenzarás a tratar a los demás como quisieras que te trataran a ti.
Es obvio que, por demostrar que tenías la razón, tu actitud fue hiriente, entonces es momento de pedir disculpas. Eso no te hace débil o perdedor, solo te hace más humano y sensato.
¿La terquedad puede ser buena?
Algunos expertos sostienen que esa actitud obstinada tiene un lado positivo. A continuación dos ejemplos de ello.
Paola Espinoza es una clavadista mexicana que rompió con la tendencia que solo los hombres practican ese deporte en su país. Espinoza batalló para que los federativos creyeran en su capacidad y en 2008 consiguió una medalla olímpica en esa rama.
“Algo que nos caracteriza a las mujeres que hemos salido adelante es que somos muy tercas y ello es una cualidad. No te rindes, pues te caes y te vuelves a levantar hasta que te salen las cosas o cumples el objetivo que te fijas. Somos muy valientes, somos capaces de enfrentarnos a cualquier cosa”, afirmó.
Otra historia de constancia la tiene Guillermo del Toro. El cineasta dijo a EFE, tras ganar a mejor película en 2018 con “La forma del agua”, que “la terquedad sostenida se convierte en estilo (…) No te cases con una sola forma de hacer cine, porque hay mil maneras de hacerse y mil maneras de verse”.
Ambos casos admiten la terquedad como una virtud, pero en realidad existe una sutil diferencia entre eso y ser perseverante. El periódico elcolombiano.com explica que el perseverante trabaja y actúa desde todas las aristas de sus posibilidades y tiene la certeza que con disciplina y voluntad puede lograr su objetivo. En cambio el terco, insiste en un asunto sin futuro, sin posibilidades de convertirse en éxito, que no trae ningún beneficio y está movido por un deseo bien egoísta y vano: demostrar lo indemostrable.
Entérate de otros puntos importantes sobre esta actitud y evítala.