Se denuncian despidos arbitrarios en dependencias del Gobierno

El aparato estatal está grotescamente inflado, en un país pobre que no tiene los recursos para sostener tales ejércitos de burócratas sin sufrir las consecuencias en su nivel de vida, capacidad para generar nuevo empleo o sostener servicios públicos adecuados a la necesidad de la población.

descripción de la imagen
Foto de referencia / Archivo / AFP.

Por El Diario de Hoy

2020-03-11 7:27:34

Los inesperados e injustificados despidos del personal que se denuncian en Migración y otras dependencias del Gobierno, según los afectados, para colocar en esos puestos a personas vinculadas con el actual régimen, no hacen sino volver a los atropellos perpetrados por anteriores administraciones, o sea que terminan actuando igual que los que el nuevo oficialismo llama “los mismos de siempre”.

Durante sus diez años de desgobierno, los efemelenistas despidieron a personas con larga trayectoria, en dependencias oficiales para colocar a activistas, parentelas y amigatelas, que rara vez tenían alguna capacidad para desempeñarlos.

A causa de ello, el aparato estatal está grotescamente inflado, en un país pobre que no tiene los recursos para sostener tales ejércitos de burócratas, sin sufrir las consecuencias en su nivel de vida, capacidad para generar nuevo empleo, sostener servicios públicos adecuados a la necesidad de la población.

Es claro que algunos funcionarios están aprovechando la crisis sanitaria para cometer abusos como suspender indefinidamente y sin salario a decenas de trabajadores, lo cual es un despido de hecho, con el propósito de desesperarlos y dejar sin sustento a sus familias. En algunos casos cesan primero al empleado y luego siguen un largo proceso para ver si ameritaba o no el despido, cuando debía ser al revés.

Lo hacen así porque pese a que la ley manda seguir el debido proceso primero; lo hacen así porque, por muy abogados que dicen ser algunos, la ley les estorba y hay que aprovechar aquello de que “en río revuelto, ganancia de pescadores”.
Pero ¿cómo a estos funcionarios no les van a picar las manos para cometer abusos después del mal ejemplo que vieron de su jefe el 9F? Los primeros cuya función fue desnaturalizada fueron los militares y la policía, como se vio con el “bukelazo”.

Ahora los demás sienten que pueden actuar con impunidad porque tienen cuatros años y medio todavía en el poder, pero no miden que tarde o temprano tendrán que responder individualmente por sus desmanes.

Es impostergable revertir la hipertrofia estatal, pero de manera justa y legal

Es obvio, imprescindible, que deben tomarse acciones para reducir el tamaño de la burocracia, pues de no hacerlo esa enorme carga retrasa nuestro desarrollo, pero quitarle el trabajo a personas que han servido por muchos años para darles las plazas a activistas del nuevo oficialismo y sin seguir el debido proceso, no se vale.

Como le dijo un conocido nuestro a su muy barrigón compadre: “Tú cargas todo el tiempo el equivalente a tres mochilas de cuarenta y cinco libras que deben portar los soldados de cualquier ejército moderno cuando entran en combate, con la diferencia de que esos guerreros son jóvenes, sanos y entrenados para tal cosa”.

Idealmente todo cargo público debe ganarse por oposiciones, pero también mantenerse por capacidad, no como un privilegio de por vida como es en una mayoría de Europa, naciones agobiadas por la mentalidad sindicalista. Pero eso tampoco justifica que paguen justos por pecadores.

Recuperar la cordura pública, la confianza en la ley, ir contra la arbitrariedad y los actos de fuerza, restablecer la convivencia pacífica entre todos los sectores es de urgencia, es el verdadero “plan de nación” que se necesita en nuestro suelo.
Siempre recordemos: o todos en la cama o todos en el suelo.