Para prevenir la expansión del coronavirus en el país, donde aún no se registra ningún caso, el gobierno ha anunciado medidas migratorias con diez países. Estas van desde prohibición de ingreso hasta solicitar pasaporte para vigilar si las personas han estado en posible contacto con el virus.
Además de la prohibición de ingreso a personas de China, Corea del Sur, Italia, Irán, Alemania, Francia y España, que habían sido anunciadas antes, ayer el mandatario anunció por la mañana el requerimiento de pasaporte a personas del CA-4 (Honduras, Nicaragua y Guatemala), quienes antes únicamente precisaban su documento de identidad para ingresar.
Horas más tarde, sin embargo, la Presidencia de la República anunció en redes que El Salvador “llegó a algunos acuerdos con el gobierno de Guatemala para no afectar el libre tránsito entre las fronteras terrestres de ambas naciones”.
Sobre Nicaragua y Honduras, al cierre de la nota no se especificó si la medida se había revertido.
El anunció llegó un días después de que el presidente Nayib Bukele, asegurara en Twitter que los guatemaltecos debían ingresar al país únicamente con pasaporte vigente. El propósito de la exigencia era verificar si esa persona estuvo en otro país donde hay casos confirmados del nuevo virus.
Con respecto a los países con una restricción de viaje, los salvadoreños o diplomáticos que ingresen al país provenientes de esos lugares deben pasar cuarentena. Anoche, el gobierno evaluó a 32 salvadoreños y 4 extranjeros provenientes de España que ingresaron al país. Los salvadoreños fueron puestos 30 días en cuarentena, informó Migración, vía Twitter.
Medida causa contratiempos
En el caso de las disposiciones para los centroamericanos, la medida que duró menos de un día causó inconvenientes a personas que estaban en las frontera y no portaban el pasaporte o Documento Personal de Identificación (DPI).
Un guatemalteco, quien omitió identificarse, señaló que la disposición le generó seis horas perdidas porque desde la frontera Las Chinamas debió regresar a su país para llevar el pasaporte, lo cual provocó que perdiera dos citas médicas, una de las cuales logró reprogramar.
La medida también generó que la salvadoreña Ana María Galicia, de 55 años, no pudiera ingresar a Guatemala a las 9:00 de la mañana, cuando iba de viaje para llegar a su trabajo como doméstica. En esa frontera también le pidieron pasaporte, que no llevaba, por lo que optó por regresarse a su vivienda, en Ahuachapán.
Al mediodía regresó a la frontera porque recibió una llamada donde le avisaron que la exigencia del pasaporte había quedado sin efecto.
“De aquí (frontera) me regresaron, que no podemos (entrar), si no me iban a dejar treinta días en cuarentena, se mueren mis hijos de hambre o no pago donde vivir si no trabajo. Ahora (ayer) me tocaba irme”, expresó la mujer, quien tiene 25 años de laborar en Guatemala.
Las personas procedentes de Nicaragua, Honduras y Costa Rica que intentaron ingresar a territorio salvadoreño por El Amatillo, en La Unión, tuvieron que presentar su pasaporte vigente.
Mientras migración pedía el pasaporte, los técnicos de Salud pasaban revisión a cada persona con un aparato para determinar si presentaba niveles altos de temperaturas. Muchas personas vieron las medidas como adecuadas para evitar contagios, aunque aseguraron que algunos hondureños se regresaron a su país de origen porque no portaban pasaporte.
Algunos comerciantes manifestaron que no es necesario exigir presentar el pasaporte para ingresar a El Salvador, pues en la base de datos de Migración están todos los movimientos de los países que han visitado las personas.
