La práctica del yoga fortaleció al instructor durante sus momentos más difíciles. Foto EDH / Cortesía
También pienso que la India, me ha enseñado a ser una persona más espiritual. En los Estados Unidos, Centro y Sur América el cristianismo es enorme, y en la India también, pero cómo se viven los principios que nos enseña la religión nos hace diferentes. Tener este lado espiritual es mucho de lo que a las personas en Occidente les falta. Estamos buscando conexión y eso es lo que la espiritualidad: conectar con otras personas. Muchas veces estamos atrapados en nuestro teléfono o computadoras o estamos fuera de nuestra mente y somos incapaces de conectar con la persona que está frente a nosotros y esa ha sido una gran lección que aprender para mí y también para mi familia. Prestar atención a lo que está sucediendo en el presente es una de las grandes lecciones.
La otra es que me ha enseñado integridad, y la razón de ello es porque he tenido el ejemplo perfecto de cómo enseñar, de cómo tener una práctica espiritual y cómo afrontar mi día y estar en mi auténtico ‘yo’ mientras voy viviendo el día a día. Creo que muchas veces en los Estados Unidos hacemos que el yoga sea más fitness que espiritual. He tenido ejemplos reales de cómo los hombres de la India tratan la práctica del yoga y lo espiritual de ella. Por otra parte, Sharath me ha enseñado a sostener esta integridad a través del método de Ashtanga yoga. Así que esos tres principios diría que son la clave.
Existen muchísimas corrientes de yoga ¿cómo es el Ashtanga en ese mundo yogui?
Ashtanga es uno de los más populares estilos que puedes aprender hoy en día en los Estados Unidos, pero creo que las personas se adentran a cualquiera de los estilos de yoga, especialmente al Vinyasa, lo que lo hace más estándar. Y yo creo que hay una necesidad de que exista, no solo conexión, sino profundidad. Las personas están buscando profundidad, una vida más disciplinada, formas de conectar, de potenciar su conexión espiritual, y por eso, muchas veces, las personas no se sentirán atraídas hacia el método.
Para comenzar, las personas estarán asustadas de esta corriente. La primera reacción es: “¡Oh, wow! Esa son muchas pechadas”. Son muchas posturas, es bastante difícil, sudas demasiado, pero lo que sucede es que alguien puede preguntarse: “ok, ¿cómo me convierto en un practicante bueno? ¿Cómo me concentro más? o ¿cómo encuentro mi pasión y mi propósito a través del yoga?”. Las personas se ven empujadas al método Ashtanga con bastante frecuencia porque cuenta con esa profundidad. Además, tienes el componente espiritual, más las posturas y el físico. Tiene todo lo que estás buscando en una práctica.
El maestro John Scott habla de tres cazuelas. Dice que el cuerpo es controlado por la respiración, la respiración por el conteo y el conteo por el foco de la mirada. ¿Estás de acuerdo con eso?
Diría que, en realidad, hay cuatro cazuelas diferentes. Me refiero a que uno de los aspectos que pasa desapercibido en nuestras prácticas es el lugar donde ponemos específicamente nuestros ojos, y eso es llamado en la práctica del yoga el Drishti, donde se encuentra tu punto de concentración. No creo que deba pasar desapercibido y la razón es porque estamos siendo empujados en diferentes direcciones:quizá a través de las redes sociales, la TV o cualquier otra cosa que no nos permita conectar con nosotros mismos. Entonces el Drishti se convierte en algo tan importante porque estamos tratando de reentrenar nuestros sentidos, y a medida que lo haces eres capaz de convertirlo en una práctica interna más que una práctica externa. La respiración es lo más importante, pero el Drishti no puede pasar desapercibido porque realmente es lo más difícil de hacer, pero también una de las cosas más valiosas.
Guruji K. Pattabhi Jois nos enseñó que el yoga es meditación en movimiento, ¿el método ashtanga y la práctica del yoga es una meditación en movimiento que trae más espiritualidad?
Parece ser una declaración justa, pero tiene demasiados componentes. Es algo que realmente encuentra a quien sea. Si tienes traumas del pasado, lo que sucede es que por como respiramos, nos movemos, giramos, doblamos y calentamos el cuerpo, esos traumas del pasado son traídos a la superficie para que puedas lidiar con ellos y eso es algo muy poderoso. No creo que la gente deba tener miedo del Ashtanga, si se enseña apropiadamente puede ser una de las herramientas más efectivas. Básicamente Ashtanga es el gran padre de todos los estilos de yoga.
Es un honor tenerte en El Salvador. ¿Qué te hace feliz de impartir una clase de yoga?
Estoy feliz si conecto con los estudiantes. He viajado a muchos lugares y he visto lo que el yoga puede hacer por las personas. Si les muestro que puede salvarlos, si puedo enseñarles que puede cambiar sus vidas, que es más que posturas, entonces ha sido una buena práctica.