El Bayern se impuso ayer por 0-1 al Schalke 04 con un solitario gol de Joshua Kimmich que le dio al club bávaro el pase a semifinales de la Copa de Alemania.
Los bávaros tuvieron claro dominio a lo largo de los noventa minutos con más del 80 por ciento de posesión de pelota, pero el Schalke fue peligroso en los contragolpes.
El Schalke apostó por una estrategia claramente defensiva, con una línea de fondo de cinco hombres y una segunda línea defensiva de cuatro jugadores.
Adelante quedaba Guido Bürgstaller esperando que le llegasen balones para buscar jugadas de contragolpe o desplazamientos rápidos de Matondo y Mc Kennie por las bandas.
Sin embargo, a medida que pasaban los minutos al Schalke empezó costarle más sacar la pelota y el partido se le convirtió en una permanente batalla defensiva.
El Bayern hacía circular el balón, metía pelotas al área y llegaba al remate una y otra vez.
El gol llegó de un saque de esquina. El sexto a favor del Bayern. El lanzamiento de Coutinho fue despejado de cabeza por Burgstaller y Kimmich aprovechó el rebote para marcar de volea.
El segundo tiempo siguió en la misma tónica, aunque el Bayern apretó menos en ataque y pasada la primera hora de juego, con la entrada de Benito Raman para acompañar a Burgstaller, el Schalke empezó a hacerse un poco más ofensivo, pero no le alcanzó.