La reina Isabel II ha puesto en práctica aquella vieja y popular frase que dice: “más vale prevenir que lamentar”. Y es que la soberana inglesa recientemente decidió usar guantes durante una ceremonia de investidura en el Palacio de Buckingham, supuestamente, como una medida preventiva ante un posible contagio de coronavirus.
Aunque cueste creer, esta la primera y única vez que lo ha hecho desde que comenzó a llevar a cabo este tipo de actos en 1952, año en que era nombrada reina.
La monarca inglesa tomó la decisión de cubrirse las manos y los antebrazos con guantes de fina tela tras las advertencias sobre la propagación del coronavirus y el peligro mortal que representa para las personas mayores de 80 años.

La decisión de la reina de 93 años de cubrirse las manos por encima de las muñecas se produjo cuando el gobierno británico advirtió que la tasa de mortalidad de las personas infectadas se ha incrementado significativamente entre los ancianos. Gran Bretaña también fue advertida de que un brote importante es “altamente probable”.
Su Majestad generalmente usa guantes cuando se encuentra en eventos públicos o fiestas en el jardín, pero nunca en las investiduras, eventos en los cuales se lleva a cabo la difícil tarea de sujetar las medallas a las solapas de los destinatarios.

Esta vez los usó por primera vez, después de que Boris Johnson, Primer Ministro Británico, dio a conocer el “Plan de batalla” para hacerle frente a un brote importante en suelo británico.
El dicho plan se anunció solo unos momentos antes de que el Secretario de Salud, Matt Hancock, confirmara doce nuevos casos de coronavirus en el Reino Unido. Ahora se sabe que 51 pacientes han contraído la infección mortal en ese territorio.
Los nuevos casos se dispersaron por Londres, Hampshire, Northamptonshire, Merseyside, Greater Manchester, Humberside y Kent. Ocho se contagiaron con el virus en Italia, los otros en Alemania, Singapur, Japón e Irán.
