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Según datos de la Asociación Salvadoreña de Importadores de Frutas y Verduras, que integra 59 socios, unos 400 camiones con frutas y hortalizas entran al país cada mes, lo que se traduce en unos 140,000 quintales de ambos productos.
Casi toda la fruta y verdura importada viene de Guatemala, principalmente de Patzicía, en el departamento de Chimaltenango, un municipio en el que el 80% de los habitantes- la mayoría indígenas- se dedica al cultivo de hortalizas.
Ahí, los pobladores venden a El Salvador sobre todo lechugas, zanahorias, tomates, chiles, cebollas, remolachas y papas.
Dimas Martínez, vicepresidente de la Asociación, explicó que al menos tres veces por semana llegan a Patzicía entre 8 y 12 camiones con placas salvadoreñas a comprar hortalizas.
También las traen de Quetzaltenango, conocido como Xelajú o Xela, de donde viene sobre todo fruta, agregó Ernesto Hernández, director ejecutivo de la asociación.
En 2018 El Salvador pagó a Guatemala más de 75 millones de dólares en compra de frutas y verduras. En 2019 la cifra subió a $98 millones y en lo que va de 2020 ya alcanzó los $8.1 millones.
Pero El Salvador también compra otras hortalizas y frutas menos comunes en su dieta diaria a naciones que muchos quizá ni siquiera logran ubicar en el mapa.
Dátiles, higos, garbanzos, arvejas, espárragos, alcaparras, aceitunas y más, también figuran en las importaciones de comercio exterior del Banco Central de Reserva, BCR.
Kiwis de Francia y ajos de Holanda
Según los datos de comercio exterior del BCR, solo en 2018 el país importó $187.2 millones en frutas y hortalizas de todo el mundo. En 2019 la cifra subió a $217 millones y en lo que va de 2020 ya se gastó $18.6 millones en la compra de estos productos.
Además de Guatemala, hay 46 naciones de donde El Salvador importa verduras y frutas.
A El Congo El Salvador le compra piñas; a Etiopía, tomates y a Holanda, cebollas, según los datos oficiales.
Y de países tan distantes como Portugal se importan manzanas, aunque la mayoría que consumimos vienen de Canadá y Estados Unidos.
Y aunque las cifras son menores, es curioso cómo los kiwis que se adquieren en cualquier mercado o supermercado local han viajado miles de kilómetros para llegar hasta sus manos.
Entre 2018 y 2019 se pagó más de $20,000 a Marruecos por importación de aceitunas, de Turquía se importaron $3,882.77 solo en 2019 por la compra de alpacarras y $7,452.57 por la importación de albaricoques.
La lista es tan larga como curiosa, también lo es que algunos productos comunes en nuestra dieta diaria-como los tomates, las piñas o los mangos- provienen de lugares tan distantes como Turquía, Tailandia o Paquistán.
Representantes de la Asociación de importadores explicaron que aunque la compra de hortalizas y frutas a la mayoría de naciones fuera de Centroamérica es mínima, existe demanda por ciertos productos que en ocasiones tardan meses en llegar, pero que son esperados por los consumidores.
Otros como los aguacates mexicanos, en cambio, son preferidos a los producidos en El Salvador.
Solo en dos años, El Salvador pagó $33 millones a la nación azteca por la compra de aguacates más pequeños, de color oscuro, con un precio superior al local, pero preferidos entre los consumidores, dicen los importadores.
Escasa producción local
Aunque los importadores viven del comercio exterior, muchos de ellos fueron productores o compradores locales y resienten que no exista cosecha local.
La gremial está luchando porque se produzca más en el país, porque se ha perdido el interés de los agricultores por la fruticultura y la siembra de verduras.
“El valle de San Andrés ha perdido su empuje, el Gobierno se olvidó del agricultor nacional y en Las Pilas (Chalatenango), se produce repollo pero muy poco”, explicó Dimas Martínez.
De acuerdo a Martínez el repollo, de la zona alta de Las Pilas, el chile dulce de Cacaopera y algunos cítricos de Zapotitán, no logran competir con lo que viene de fuera que en ocasiones evade pago de impuestos y se abarata en el mercado local.
“Por ejemplo, a diario ingresan 500 órdenes de chile al mercado La Tiendona, la mayoría proviene de Guatemala, ¿Y de El Salvador? no entran ni 100 bolsas”, contó el comerciante.
Los importadores se quejaron de la dependencia que El Salvador tiene de la producción extranjera y lamentan que el país no sea capaz de abastecer su propio mercado.
“Imagínese cuando hay fallas en el sistema o cierran la frontera, si eso se prolongara, nos quedaríamos sin alimentos y eso es grave”, dijo Ernesto Herrera, el director de los importadores.
La gremial está a la espera de reunirse con el Gobierno, tanto para proponer el aumento de la producción local, como mejores beneficios para los importadores, entre ellos bajas en aranceles, agilización en trámites de fronteras y más.
¿Sabía usted que?
-En 2019 se compraron $1,107,140.51 en manzanas a Francia?
Foto EDH/Archivo
-Entre 2018 y 2019 se le compró a Grecia $74,323 en aceitunas
-En 2019 El Salvador importó de Italia 148,182 libras de kiwis.
-El país gastó $346,1475.62 en la compra de ajos a China, entre 2018 y lo que va de 2020.
-De Pakistán se trajeron 1,168.89 kilos de dátiles entre 2018 y 2019.
-El Salvador pagó a Turquía $14,755 por compra de higos entre 2018 y 2019.
-A Nueva Zelanda se le pagó en los últimos dos años $343,438 por compra de kiwis.
(Lea mañana, la ruta de la importación desde Guatemala).