El mural de la Dalia atrapa el espíritu de la capital

En la obra artística, su creador plasmó el ir y venir de las personas que a diario circulan por la capital, y en el que se puede apreciar todo lo cotidiano que la ciudad muestra: desde sus vendedores hasta aquella personas que se desplaza para ir a su trabajo.

descripción de la imagen
Renacho Melgar muestra su mural, en el Club de la Dalia. Los administradores pretenden que el lugar ya no sólo se vea como un billar, sino como un espacio de cultura. Foto EDH / Francisco Campos

Por Gadiel Castillo

2020-02-23 9:25:05

La cotidianidad del Centro Histórico de San Salvador es lo que pretende reflejar el dibujante Renacho Melgar, a través del mural MetastaSivar . Un salón del Club La Dalia es el que alberga la obra que contiene personajes que representan la ciudad.

“El mural nace como una respuesta al desplazamiento que se da en la ciudad porque para bien o para mal el nuevo rostro de la ciudad afecta a la gente que siempre ha estado aquí. Esta gente se ve desplazada a la periferia, por tanto tienen que huir”, dice el artista.

Melgar agrega que de esa memoria nació el mural, pues casi todos los personajes que lo integran son personas que han habitado la ciudad o aún viven en ella. Cuenta que el personaje central en es un señor que a sus 99 años vendía paletas en el centro de la capital y que su punto de partida era la Calle Arce, “él es el detonador del mural, de él se desprende un universo”.

Jhosee Lora (camisa blanca) es uno de los mayores exponentes de la cumbia salvadoreña. Foto EDH / Francisco Campos

Otro de los personajes es una señora que junto con sus siete perros viajas todos los días en la Ruta 19 desde Soyapango hasta las inmediaciones del edificio de comunicaciones de la Universidad Tecnológica de El Salvador (UTEC). También en la obra aparece la Yajaira, una bailarina de las plazas; Jhose Lora, representantes de la diversidad sexual, entre otros.

Melgar asegura que con el mural no está romantizando la pobreza ni a los indigentes, sino que habla de aquellas “almas” que todos los días construyen la ciudad, por lo que tuvo que recurrir a 10 fotógrafos para que le prestaran sus imágenes para plasmarlas. Las postales de María Teresa Colocho, Francisco Campos, Frederick Meza, René Figueroa, Carlos Hurtado y otros, figuran en la obra, quienes según el artista son profesionales que mejor retratan el diario vivir de la ciudad.

El dibujante expuso que se decidió por la técnica a lápiz porque es un acercamiento a la memoria e identidad del país, “porque hay un momento que se ha vuelto frágil, vos haces una línea sobre la pared y cualquiera la pueda afectar, sucia. Quería que hablara de lo sucio, hollín, humo, gris, miedo que se le tiene a la ciudad por ratos violentas y casi siempre es cariñosa”, agrega.

“Es un recorrido por la ciudad con los ojos de pies (gente que camina por ella, que no va en carro). Es para la gente que conoce la ciudad, que ha recorrido y que no solo se queda en las leyendas urbanas. El centro no solo se traduce en cuatro cuadras, es todo un ecosistema donde hay muchos universos que coexisten. Quiero que los visitantes encuentres pequeños elementos que te hagan viajar a la ciudad”, explicó el artista.

La Señora de la Plaza. El artista plasma en su mural la diversidad de personajes que convergen en el centro capitalino. Foto EDH / Francisco Campos

Agregó que parte de su obra fue inspirada en el ensayo Ciudad casa de todos, de Álvaro Menéndez Leal. “Es un reflejo de ciudad, es un acercamiento a la ciudad que palpita, que amanece gritando, no duerme, es compleja”.

De acuerdo con Melgar, MetastaSivar es una representación similar a las que realizó en Bogotá, Colombia; Ecuador y en Milán, Italia.

Detalla que la lógica de los trabajos internacionales fue que se borraran con el tiempo; sin embargo, el mural de La Dalia se va a quedar permanente. Pero habrá espacio para que la gente siga dibujando sin afectar lo que ya está terminado.