La imagen del Dulce Nombre de Jesús tiene 320 años de antigüedad

La asociación del Dulce Nombre de Jesús ha comenzado la organización para que la Diócesis de Santa Ana consagre la imagen. La historia narra que antes de estar en Ahuachapán, la imagen permaneció en Tacuba.

descripción de la imagen

Por Cristian Diaz

2020-02-23 4:30:30

AHUACHAPÁN. En el altar mayor del Dulce Nombre de Jesús, en la iglesia Nuestra Señora de la Asunción de Ahuachapán, hay un cuadro que llama la atención porque evidencia la fe que muchas personas le tienen; pero sobre todo por ser el único escrito a mano, donde Francisca López, originaria de Atiquizaya, da testimonio del milagro recibido a través de su intercesión.

Tiene fecha del 27 de enero de 1992 luego que un día antes, el 26, ella sufriera un envenenamiento con medicinas.

“Sentí la propia muerte. Hallándome en esa situación tan desesperante le pedí con toda mi fe al Dulce Nombre de Jesús que me salvara de esa situación, que le iba mandar a asentar su milagro, a lo cual me concedió lo que le pedí vengo a cumplir mi promesa”, relata el manuscrito que está acompañado con el dibujo de un Nazareno con la cruz a cuestas y una mujer de rodillas.

El relato está en el área de lo que se conoce como centro del altar mayor, que tiene acceso restringido por estar en la parte alta del templo.

Este, y otros más, podría ser parte de los milagros que la Iglesia Católica considere para consagrar la imagen del Dulce Nombre de Jesús, que es un proceso que la asociación, que lleva el mismo nombre, está organizando a partir de este año y que podría culminar, según sus proyecciones, en el 2022.

Uno de sus miembros, Carlos Morán, explicó que para que se cumpla la consagración deben entregar una carta con la petición formal al párroco de la iglesia Nuestra Señora de la Asunción, padre Oseas Borja, y él deberá presentarla al obispo de la Diócesis de Santa Ana, monseñor Miguel Ángel Morán Aquino, quien tomará la decisión final.

Explicó que la consagración de una imagen debe de cumplir tres requisitos: tener milagros atribuidos a través de su intercesión, devoción popular por parte de la gente y antigüedad.
Todos los requerimiento los cumple la imagen, que se convirtió en patrono de Ahuachapán a partir del 20 de febrero de 1855, fecha donde por primera ocasión se celebraron las fiestas en su honor.

Sin embargo, pocas personas conocen que probablemente la imagen tiene más de 320 de antigüedad y que no siempre estuvo en Ahuachapán.
Morán contó que la misma fue llevada a la iglesia del municipio de Tacuba, procedente de España, por el año de 1700 y que estaba junto a la imagen de Santa María Magdalena, actual patrona de dicho municipio.

Pero cuando la iglesia sufrió daños estructurales por un terremoto que tuvo su epicentro en Guatemala, en 1773, el Dulce Nombre de Jesús fue trasladado hacia Ahuachapán para conservarlo mientras el templo era restaurado.

Pero eso nunca sucedió, quedando la iglesia en ruinas, tal como se encuentra en la actualidad.
La historia narra que la imagen de Santa María Magdalena también iba a ser llevada a Ahuachapán; pero fue imposible porque se tornó pesada, contrario al Dulce Nombre de Jesús que fue llevada con relativa facilidad.

No existen registros que los habitantes de Tacuba hayan reclamado la imagen para su traslado hacia dicho municipio, por lo que desde entonces ha permanecido en la cabecera departamental.
La devoción, popularidad y la intercesión fue creciendo, por lo que, probablemente, fue una de las causas que tras 82 años de estar en Ahuachapán, se convirtió en su patrono.

Registros de la Iglesia Católica consignan que antes de 1855, las fiestas patronales de la ciudad eran celebradas el 15 de agosto en honor a Nuestra Señora de la Asunción, cuyo templo es donde se venera al Dulce Nombre de Jesús .

Pero por ser una época de lluvia, las vías de comunicación se ponían en malas condiciones, lo que dificultaba el tránsito en bestia, en carretas e incluso a pie.

Mientras que los comerciantes pasaban dificultades para que los objetos que llevaban a las fiestas no sufrieran algún deterioro.
Esas situación generaron que el presbítero y doctor Isidro Menéndez, párroco durante muchos años, creara una nueva festividad religiosa; proponiendo celebrar a Jesús Nazareno bajo la advocación del Dulce Nombre de Jesús. Su característica principal es la cruz que lleva en sus hombros.
Su celebración fue establecida el domingo anterior al inicio de la Cuaresma. Por ello, en Ahuachapán no existe una fecha fija para su celebración, según los registros católicos.

La centenaria imagen que está en el altar mayor tiene aproximadamente medio siglo de no procesionar debido a que las autoridades de la iglesia en ese entonces tomaron dicha decisión para que no se dañe por su antigüedad.

Por ello, son otras cuatro imágenes, llamadas las peregrinas, las que utiliza la iglesia para sus actividades.

Estas son conocidas como el Español, el Gordito y el Mexicano; solo de esta última se sabe que probablemente fue tallada en España entre 1974 y 1979.

Además está una de talla más pequeña en comparación al resto.
De ser consagrada, la imagen del Dulce Nombre de Jesús podría procesionar nuevamente por las principales calles de la ciudad en el 2022.