Contra los cánticos de “Bartomeu dimisión”, presidente del FC Barcelona, Lionel Messi volvió a dar un balón de oxígeno a un club crispado en lo institucional, al lograr el argentino un póquer de goles y ser el gran protagonista del triunfo de su equipo ante el Eibar (5-0).
Tanta es la presión en el Camp Nou contra su equipo por la salida del balón desde Ter Stegen que en el minuto 6 el público ya silbó al portero cuando éste tuvo el balón en los pies. Igual que la semana pasada, Ter Stegen apostó entonces por sacar en largo y buscó en numerosas ocasiones al chileno Arturo Vidal, que inicialmente salió para formar un rombo en el centro del campo azulgrana (el Barça sólo sacó a dos delanteros), pero que se echó a un costado para esperar la pelota en largo desde su portero.
Mientras el Barcelona intentaba asentarse en el campo y superar un susto de un gol del Eibar en el minuto 4, anulado por fuera de juego de Sergi Enrich, Messi en el 14 recibió un balón en la frontal, se deshizo de los dos centrales, con túnel a Arbilla, aguantó la presión de Diop y ante la salida de Dmitrovic, le superó por algo en un toque sutil (1-0).