Resignificar los espacios públicos. Esa es la finalidad de la cuarta edición del Festival Nómada, el que arrancará su circuito de espectáculos el próximo sábado 22 de febrero.
Este evento reúne distintas disciplinas de las artes escénicas, como danza, teatro físico, circo y performance, las que se ejecutarán en reconocidas plazas, parques y teatros de San Salvador.
Lo que anhela el ente organizador, la compañía Circus Contemporaneum, es que los espectáculos lleguen al público que no visita los espacios formales del arte. Los transeúntes, vendedores ambulantes, barrenderos… ellos estarían en primera fila observando puestas en escena donde el movimiento tiene una historia que contar.
“No sacamos el teatro a la calle, queremos darle resignificación. Lo que planteamos es que en los espacios que no son usuales para ver espectáculos, porque están sucios, oscuros, abandonados o inseguros, se desarrollen espacios de arte de buena calidad”, explicó Sergio Cortez, director de Circus Contemporaneum.
A partir de esa postura, el Parque Daniel Hernández (Santa Tecla), la Plaza Francisco Morazán, la Plaza Libertad, el Parque Cuscatlán, así como el Teatro Nacional de San Salvador y el Teatro Luis Poma se convierten en los platós para exponer múltiples shows ejecutados por alrededor de 20 artistas internacionales y otras compañías de danza nacional.
De acuerdo con Cortez y Roberto Cardona, productor del festival, en esta edición se recibieron 92 postulaciones para participar. Estas provenían de Asia, Brasil, Argentina, Canadá, España, Costa Rica, entre otros países.
La masiva petición hizo reflexionar a los organizadores sobre el eco y renombre que ha logrado el festival a nivel internacional, pero también discurrieron sobre los recursos que necesitan para que más países sean incluidos en próximas convocatorias.
Analizando hojas de vida, agendas, número de integrantes, pero sobre todo, la calidad de los espectáculos, el Festival Nómada tendrá entre sus filas a Collective of Scenic Exchange, de Canadá; a Amanda Rietcher, de Estados Unidos; a la compañía española Aina Lanas, a los artistas costarricenses de Proyecto Margen y Metamorfosis, a Puntos de Partida de México y al colectivo francés Tac-tiq.
Julie Tartaglia es parte de Tac-tiq y su trayectoria artística itinerante la llevó hasta España y México. Es en el país azteca donde conoció a José David Cerda, con quien emprendió el viaje a El Salvador para presentar “Las memorias de Memo”, una producción que integra poesía, música y teatro.
“Ya había escuchado de El Salvador, sobre todo que es muy peligroso, por eso quería venir con mi trabajo. Creo que el arte es un vehículo muy fuerte contra la violencia. Estoy inspirándome de lo que veo aquí y quisiera llevar eso a Europa”, expresó Tartaglia, quien se inició en la danza hace cuatro años.
Ese aprendizaje-enseñanza es otro de los objetivos de este evento, pues a través de talleres se desea conocer experiencias desde otros horizontes o como lo consideró Cerda: “crear alternativas para artistas alternativos”.
Los salvadoreños podrán observar espectáculos que generen experiencias sensoriales a través del movimiento durante tres semanas. El show que inaugura esta fiesta de arte escénico será “Mawu”, de la compañía Aina Lanas, el 22 de febrero a las 5:00 p.m. en el Teatro Nacional.
Actividades
Proyecto Margen. Teatro performativo y videoescena en el Teatro Luis Poma. Del 27 al 29 de febrero. Horarios disponibles en página web del recinto.
Workshop Nómadas. De 9:00 a.m. a 12:00 m., embodied storytelling, des-articular y femme style. Martes 25 de febrero, en Centro de danza Pánuk.
Obra BiMind. Bailarines de la Compañía Nacional de Danza y Julie Tartaglia presentarán su propuesta en Plaza Francisco Morazán, el 27 de febrero, 4:00 p.m.