La Fiscalía General de la República solicitó ocho años de prisión para el subcomisionado Juan Armando Huezo Grande, ex jefe de las bartolinas policiales de El Penalito, ubicadas frente a la Fuerza Naval al nororiente de San Salvador.
Para los ocho restantes policías, dos pandilleros y un particular, ha solicitado seis años de prisión por tráfico de objetos prohibidos en penales o bartolinas policiales.
En el juicio contra los doce imputados declararon tres testigos por parte de Fiscalía y tres por parte de los defensores.
Uno de los testigos, es un imputado que se acogió a beneficios a cambio de colaborar con la Fiscalía para esclarecer todos los casos de ingreso de objetos prohibidos a las bartolinas policiales más conocidas como El Penalito.
El testigo relató al Tribunal Tercero de Sentencia cómo era que ingresaban los celulares, los chip, accesorios, droga, así como mensajes o wilas que pandilleros enviaban a sus compinches en libertad para extorsionar o asesinar a personas.
El testigo de Fiscalía manifestó que los ilícitos ingresaban en paquetes entre los alimentos que familiares llevaban a los reos, así como en la basura o eran lanzados desde afuera.
Una forma peculiar de ingresar celulares y droga a estas bartolinas era fingiendo que un pandillero se enfermaba y lo llevaban al hospital; en ese trayecto recibía los paquetes y luego los introducía sin problemas cuando regresaba de la “consulta”. Por esos ilícitos pagaban entre $400 y $800 a los policías.