Por segundo día consecutivo, decenas de militares, agentes de las unidades especializadas de la Policía Nacional Civil (PNC) y el Batallón Presidencial, mantuvieron el control total de la Asamblea Legislativa, generando tensión hasta en los pocos diputados que atendieron el llamado del presidente Nayib Bukele.
Desde la mañana de ayer, varios francotiradores se apostaron en los edificios de las instituciones en los alrededores del Centro de Gobierno. En las calles, decenas de soldados cubiertos de sus rostros y cientos de policías realizaron registros a todas las personas que llegaron al acto y a personas particulares que pasaban en los alrededores.
Poco después comenzó a llegar el pequeño grupo de parlamentarios que, por su propia cuenta, asistieron a la Asamblea para participar en la plenaria extraordinaria para aprobar el préstamo de $109 millones para la III Fase del Plan Control Territorial.