10 consejos de las personas de la tercera edad para las nuevas generaciones

Ana María Reymundo de 90 años viaja todos los días desde San Pedro Perulapán a vender canastos y carteras para poder comprar su comida.
Para Reymundo “el respeto a los mayores y el aprender a llevarse bien con todo el mundo desde los papás” es la clave para tener una vida tranquila y llevadera en este mundo.
“Si uno actúa de mala fe hasta los chuchos lo muerden a uno” dijo.

Foto EDH/ Menly Cortez

Miguel Ángel Marín Monteagudo de Santa Cruz Porrillo, a sus 93 años aconseja: “Hay que portarse bien, cuidar el trabajo y ser siempre una persona de provecho” dijo. En su avanzada edad, Marín goza de buena salud, lo que le permite disfrutar del trabajo.

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Paz Campos de 63 años se dedica a vender dulces en los alrededores de la plaza Libertad.
Ella aconseja a los jóvenes salvadoreños que “no se olviden de quien los cuidó y los educó de más pequeños”.
“Es lamentable ver las condiciones en las que las personas mucho más ancianas viven” dijo.
La sexagenaria mujer que se rodea de personas de la tercera edad mucho más mayores que ella comenta que es lamentable cómo la sociedad se olvida de las personas que dieron su fuerza de trabajo y sus capacidades al desarrollo del país.

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Don Manuel Morataya Ulloa de 92 años ha sido un luchador constante por los derechos de los trabajadores del oriente del país.
“Yo quiero decirle a los jóvenes de ahora que salen a las calles que no abandonen sus luchas si creen que son justas, el que persevera alcanza, eso sí, las cosas no se ganan en el momento se ganan trabajando”.
Durante su vida Morataya estuvo organizado en el Sindicato de trabajadores de San Miguel.
“No me permitía perder ningún pleito, gané junto a mis compañeros la lucha por el pago de las prestaciones sociales de los migueleños” comenta, esta fue una de las distintas luchas que libró.
Durante la guerra civil Morataya fue parte de las líneas de las FPL. En esos años durante un enfrentamiento una granada mató a sus compañeros y lo dejó herido del brazo, pero por falta de asistencia médica rápida tuvo que ser amputado.

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Doña Marcos de la O Benítez de 71 años, aconseja a los jóvenes que analicen las situaciones que se viven hoy “tanta muchacha y muchachos que se desaparece es porque no entienden, no se dan cuenta quienes son sus amistades, sepan conocer bien sus amistades, no se confíen tan rápido” recomendó.
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Don José Rosa Reyes de 80 años de edad, le aconseja a los jóvenes que incluso están trabajando en el nuevo gobierno: “trabajen todos juntos iguales con honradez y que se vea el beneficio para todos”
Para Reyes la unidad sin apartar a los demás es lo que hace que los trabajos que se hacen sean mejores.

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Doña Mariana Merino tiene 104 años y vive en Santa cruz Porrillo, ella es una mujer lucida, que cada vez que puede le da un consejo a las personas jóvenes para que puedan tener una larga y feliz vida.
“No se cómo Dios me ha mantenido tanto tiempo aquí, creo que me ha visto con ojos de piedad, pero para llegar a mi edad les aconsejo que se cuiden lo más que se pueda, coman bien y manténganse ocupado para tener una mente sana”.
Aunque doña Mariana siente que los jóvenes viven tiempos difíciles, agrega que la base de todo es la precaución en cada paso de la vida que den.

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Para Francisco Gutiérrez de 90 años la nueva generación es una perdida debido a que muchos jóvenes ya están muertos o presos, según él no hay remedio, pero cree que todo sería diferente si los padres se preocuparan por enseñar desde pequeños a los niños el respeto a Dios y al prójimo “cuando se aprende de vivir en la calle los jóvenes se corrompen” comenta.
“Instruya al niño en su camino, porque aun cuando sea viejo no se apartará de el” asegura Gutiérrez que la Biblia aconseja a los padres de familia.

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Para doña Dorotea Rivera de 80 años, de Panchimalco, el tiempo de su juventud fue un momento en el que podía disfrutar de salir a jugar sin temor al peligro.
Mi madre decía: “tengan cuidado, va a haber un tiempo donde tigres y leones se van a comer a la gente” comenta doña Dorotea; ella ha traducido estas palabras a que actualmente la violencia que se vive entre salvadoreños, “no pueden andar los cipotes solos, siempre hay peligro, por eso les recomiendo que no salgan si no es necesario para que los leones y tigres que andan entre nosotros no los maten”.

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Don Ramiro y doña Julia Rivera tienen más de 50 años de ser esposos, viven en Santa cruz Porrillo y siempre han vivido de las cosechas de la caña y algodón, hasta que su salud les permitió.
Para ambos la vida de casados no ha sido fácil pues han lidiado con diferencias, defectos y separaciones largas, pero concuerdan en que al final de todo lo vivido siempre triunfo el cariño mutuo.
“La paciencia y el respeto es clave, pero si se cae bien y se gustan lo importante es conocerse bien en todos sentidos, no hay que precipitarse” concretaron ambos, en un consejo para las parejas jóvenes que piensan en casarse.

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