En menos de un año, Reinier Jesús ha pasado de sufrir como un hincha más en la grada del Maracaná a asentarse en el primer equipo del Flamengo y, este lunes, tras cumplir el domingo los 18 años, en convertirse en nuevo jugador del Real Madrid, con el que suscribe contrato hasta el 30 de junio de 2026.
El mediapunta nacido en Brasilia hace 18 años y un día, es la última perla del club “más querido” de Brasil, cuna también del ya madridista Vinicius Junior. Y actualmente se encuentra con la selección sub’23 de su país participando en el Preolímpico de Colombia, donde anoche disputó los últimos veinte minutos en el triunfo ante Perú (1-0).
Sin ser titular indiscutible, los seis goles y dos asistencias que ha firmado en apenas quince partidos han sido suficientes para que su nombre resonara en el Viejo Continente. Mide 1,85, es elegante con el balón y tiene una visión y un estilo de juego muy parecido a Kaká, el exjugador del Sao Paulo, Milán y Real Madrid, del que reconoce que siempre ha sido una de sus referencias.
De hecho, sus vidas también siguen caminos parecidos, pues Kaká también nació en una localidad del Distrito Federal de Brasilia, la capital brasileña. En su primer año en la plantilla principal, Reinier ha sido partícipe de la mejor temporada de la historia del cuadro carioca tras conseguir en 2019 los títulos de Liga y Libertadores.
Debutó como profesional el pasado 31 de julio, en el peor de los escenarios posibles, en toda una vuelta de octavos de final de la Libertadores contra el ecuatoriano Emelec, en la que el Flamengo estuvo obligado a remontar el 2-0 sufrido en Guayaquil.
El juego de Reinier, nuestra nueva incorporación… #WelcomeReinier | #HalaMadrid pic.twitter.com/TW8sxRADLp
— Real Madrid C.F. (@realmadrid) January 20, 2020
Con la eliminatoria igualada, el técnico portugués Jorge Jesús decidió dar la alternativa al joven creativo en un Maracaná a reventar y a veinte minutos para el pitido final. Apenas entró en juego, pero se fue con un buen sabor de boca tras una agónica tanda de penaltis.
En reciente entrevista al periódico portugués Record, el entrenador admitió que la joya sería vendida en breve por “varios millones de euros” a un club europeo que ya presentó su oferta sin mencionar nombres. Pocos esperaban una irrupción tan precoz, pues unos meses antes, Reinier había sido un mero espectador en la derrota durante la fase de grupos de la Libertadores frente al Peñarol uruguayo.
“Nunca imaginé estar como aficionado y después sobre el césped en la misma competición”, recordaba en una entrevista reciente con ‘GloboEsporte’. Es el reflejo de una carrera que parece meteórica.
Lleva el fútbol en los genes. Su padre, Mauro Brasilia, también intentó hacerse un nombre en la cantera del Flamengo, pero no lo consiguió y se centró en el fútbol sala, disciplina en la que triunfó y fue campeón mundial con la selección brasileña en 1985.
En 2011, Reinier Jesús Carvalho se mudó a Río de Janeiro con su padre, decidido a convertirse en un jugador de fútbol profesional. Hizo una primera prueba con el Vasco da Gama, pero a los pocos meses salió. Después lo intentó en el Fluminense, otro de los clubes tradicionales de Río de Janeiro y rival histórico del Flamengo, por donde pasó también fugazmente.