La geotermia es considerada el “petróleo blanco” del mundo y también de El Salvador ya que es una de las fuentes de energía limpia, renovable, eficiente, estable, y amigable con el medio ambiente.
En nuestro país, la empresa que se dedica a la producción de energía eléctrica a partir del calor de la tierra, es decir, utilizando los recursos geotérmicos, es LaGeo S.A. de C.V, una subsidiaria de la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL).
La fuente aseguró que la apuesta para este quinquenio es el manejo técnico, responsable y transparente del recurso geotérmico, como parte del Plan Despegue Económico que presentó hace dos semanas el Presidente de la República, Nayib Bukele.
DATOS Y CIFRAS
Es el aumento que la capacidad energética de El Salvador ha logrado en los últimos siete años, según el Banco Mundial.
En cuanto a la participación de este tipo de energía dentro de la matriz energética de El Salvador, la empresa estatal detalló que para finales de 2019 fue del 21.8 %.
“Eso demuestra el importante papel que juega LaGeo en la generación y en el aporte a la diversificación de la matriz energética del país”, aseguró.
En términos de generación, añadió que el promedio del año pasado fue de 1,373.4 gigavatios hora (GwH), lo que refleja “el manejo eficiente de los pozos geotérmicos y un oportuno mantenimiento de plantas y campo”.
De los trabjadores del sector energético de nuestro país son mujeres, según una encuesta de la Siget.
Los campos geotérmicos
A lo largo de la cadena volcánica de nuestro país existen puntos importantes de generación geotérmica, los cuales son administrados por LaGeo. Entre éstos: el campo geotérmico de Berlín, en Usulután, el cual está asociado al sistema volcánico Tecapa, con una capacidad instalada de 109 Megavatios (Mw).
Además, los campos de Ahuachapán, que es parte del sistema volcánico Laguna Verde y Las Ninfas, con una capacidad instalada de 95 Mw.
En el portafolio figura también el campo de San Vicente, el cual está asociado al sistema volcánico Chichontepec.
Este campo se encuentra en fase de desarrollo y es parte de los proyectos clave para este quinquenio con un potencial estimado de 30 Mw.
Otro campo geotérmico es el de Chinameca, asociado al sistema volcánico Limbo y Pacayal, también en etapa de desarrollo con un potencial estimado de 50 Mw.
De acuerdo a la estatal, en la actualidad el potencial estimado de generación geotérmica alcanza los 644 MW, de los cuales una tercera parte ya está siendo aprovechada para la generación.
En este punto, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sostiene que la producción de energía geotérmica en nuestro país en la última década si bien ha experimentado un crecimiento, la tendencia ha sido más bien estable.
En 2011, por ejemplo, el país generó 1,430.0 GWh, mientras que en 2018 fue de 1,437.3 GWh.
LaGeo explica que esto se debe a que el desarrollo de proyectos importantes debe de llevarse por etapas a fin de manejar de forma adecuada el riesgo de inversión y garantizar el buen uso del vapor del subsuelo.
Además, las etapas de todo este proceso de investigación inician con el reconocimiento del potencial en la zona, la exploración superficial, la exploración profunda, el desarrollo y operación del sistema campo-planta y otros aspectos complementarios, lo que implica tiempos de entre 5 y 10 años por proyecto geotérmico.
A pesar eso, El Salvador se ha logrado colocar a nivel mundial dentro de los primeros cinco primeros lugares en la producción de energía geotérmica , “lo que nos convierte en referentes en América Latina”, dijo LaGeo.
Futuros campos
LaGeo tiene proyectos en el tintero como el montaje de nuevas plantas. Uno de esos proyectos es la unidad de ciclo binario II (de 7 Mw) en el campo Berlín, que estará lista en 2021.
Las unidades de condensación de 10 y 25 Mw para los proyectos de San Vicente y Chinameca, respectivamente, que iniciarán operaciones en 2023.
A largo plazo también esperan instalar las unidades de condensación de 20 y 25 Mw en los campos de San Vicente y Chinameca, en San Miguel, respectivamente, para el inicio de operaciones en 2026.
“Todo esto permitirá incrementar la capacidad instalada de la geotérmica salvadoreña en 87 Mw, dando así un gran aporte a la generación de energía limpia y renovable y aumentando la participación de LaGeo en la matriz energética nacional”, informó LaGeo.
Sin embargo, el principal reto es desarrollar proyectos a corto, mediano y largo plazo que contribuyan al aprovechamiento del potencial geotérmico estimado, y que por ende, incremente la participación de dicho sector a la matriz energética nacional.
Al respecto, una publicación del Banco Mundial asegura que el desarrollo de esos nuevos campos en San Vicente y Chinameca, en el centro y oriente del país, y la modernización y expansión de los campos en Berlín y Ahuachapán, sin duda vendrá a aumentar la capacidad instalada de esta fuente energética.
El organismo multilateral sostiene que esa apuesta es clave para dinamizar la economía de El Salvador, ya que abrirá más oportunidades laborales y económicas para la población, en particular, para las poblaciones aledañas a los campos geotérmicos.
En el impulso de este tipo de energía también juega un papel importante la Agencia Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ), a través del Programa Fomento de la Geotermia en Centroamérica (FoGeo).
Ese programa busca mejorar el clima de inversión para un mayor aprovechamiento del recurso geotérmico (calor de la tierra), tanto para la generación de energía eléctrica como para aplicaciones de uso directo, como por ejemplo, para un proceso industrial de secado de café o deshidratado de frutas.
Desde 2016, el FoGeo incluye asesoría técnica y espacios de intercambio y de capacitación enfocados en el aprovechamiento de esta energía, considerada estable, confiable y disponible los 365 días al año.
La agencia alemana considera positivo el hecho de que El Salvador desarrolle proyectos energéticos aprovechando recursos renovables como el sol, el viento, el agua y el calor de la tierra, ya que así disminuye la dependencia de los combustibles fósiles.
De esta forma el país causa impactos positivos en el medio ambiente, por medio de la disminución de gases de efecto invernadero en aras de heredar un planeta digno de habitar para las nuevas generaciones.