Alcaldías anulan contrato con Salvanatura para administrar el parque Bicentenario

Comunas de San Salvador y Antiguo Cuscatlán decidieron no renovar el contrato a diez años con esa fundación ecológica. Crearán una fundación que se encargue del espacio. Dijeron que hubo críticas de los usuarios por mal manejo del inmueble.

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Por Rafael Mendoza López

2020-01-17 6:15:32

A partir del 15 de enero pasado, la fundación ecológica Salvanatura dejó de ser el administrador del parque Bicentenario. Las alcaldías de San Salvador y Antiguo Cuscatlán, que tienen una participación mutua sobre dicho espacio recreativo, decidieron no renovar el contrato de administración, vigente desde 2010.

El presidente de Salvanatura, Miguel Araujo, sostuvo que fueron notificados, con 15 días de anticipación al vencimiento del contrato, de que ya no serían los administradores del parque.

Por su parte, el alcalde de San Salvador, Ernesto Muyshondt, sostuvo que una de las razones para no renovar el convenio con Salvanatura fue que han recibido algunas quejas acerca del manejo del parque, así como algunas acciones que se realizaban sin tomar en cuenta a las municipalidades.

“Habíamos venido recibiendo quejas de bastante descuido en algunos aspectos y áreas del parque, y eso fue lo que nos obligó a tomar esa iniciativa”, aseguró.

Muyshondt agregó que, en su momento, le hicieron ver a Salvanatura algunos aspectos que no les parecían a las alcaldías.

“Por ejemplo, que se hacía eventos en el parque donde no se tomaba en cuenta a las municipalidades, que éramos las propietarias, había descuidos y algunos temas que no estaban funcionando de la mejor manera para los estándares y expectativas para esa parque tan lindo que tiene el Gran San Salvador”, señaló el jefe de la municipalidad.

Sin embargo, el presidente de Salvanatura aseguró que las quejas sobre la administración del parque eran incorrectas, pues algunas de ellas no tenían que ver con el espacio natural.

Uno de los señalamientos, que tuvo eco incluso en medios de comunicación en febrero del año pasado, fue que había caballerizas en malas condiciones en el terreno del parque, algo que fue desmentido por el presidente de la fundación.

“En el punto de las caballerizas, están en un terreno que no es del parque Bicentenario, y es un tema que a todo nos preocupa, que seamos humanos con los animales, pero ese caso no tiene nada que ver (con el parque)”, afirmó Araujo.

Hubo otros reclamos ciudadanos, agregó, que nunca le hicieron llegar por escrito las alcaldías, entre ellos la abundancia de hojarascas en el suelo del bosque. “También dijeron que el parque estaba sucio porque había hojarascas, cuando es un área natural protegida la hojarasca ayuda a mantener el polvo y la humedad, y es parte del proceso natural de un bosque”, explicó Araujo.

 

Futuro del parque

Pero, ¿qué pasará con esta importante y principal área protegida del Gran San Salvador? El alcalde de la capital, Ernesto Muyshondt, confirmó que las dos municipalidades tomaron la decisión de quitar la administración a Salvanatura, y en su lugar formarán una fundación específica para que se encargue de dicho espacio.

Explicó que se trata de un proyecto parecido al del parque Cuscatlán. “Lo que se va a buscar es hacer en conjunto una administración similar a la que tiene el parque Cuscatlán, que ha dado muy buen resultado, donde haya participación mediante una fundación de ambas municipalidades y de la sociedad civil. Creemos que esa es la mejor forma de administrar un parque”, dijo alcalde de San Salvador.

Entre otros aspectos, la importancia del parque Bicentenario radica en su potencial hídrico, ya que son suelos clasificación IV y V, es decir con mayor nivel de infiltración.

En total, las 800 manazas alrededor del parque significan el 1 % de la cobertura del acuífero de San Salvador y produce el 40 % del agua.

Pero, a parte de esto, el sitio se ha convertido en un espacio recreativo al que llegan unas 2,000 personas a diario, de acuerdo con datos de Salvanatura.

Araujo sostuvo que la Junta Directiva de la fundación ecológica decidió hacer una nueva gestión para que las comunas reconsideren renovarles el contrato de administración.

Agregó que las molestias de las alcaldías pueden deberse a que, en algún momento, “pudo haber ideas que se trataron de implementar en el parque pero que Salvanatura, como administrador, hizo ver que tal vez esas ideas no iban con el plan de manejo (del parque), y eso pudo haberse sentido como alguna restricción”.

El plan de manejo tiene la meta de promover la restauración y el cambio de una finca de café abandonado a bosque original, con algunas zonas demostrativas de bosque de café, con el desafío de combinar esta restauración ecológica con la recreación.

En tanto, Muyshondt respondió que cualquier petición de la fundación será recibida en los respectivos Concejos de cada comuna, pero rechazó de tajo cualquier posibilidad de reconsiderar la decisión tomada.

No obstante, el presidente de la fundación manifestó que se sienten satisfechos por el trabajo realizando en 10 años. “Nos sentimos muy agradecidos de la confianza que nos dieron las dos alcaldías. Gracias a su apoyo se ha logrado llevar ese oasis verde al área metropolitana que ahora, con los congestionamientos y el tráfico, es más importante”, manifestó.

Agregó que el hecho de haberse apegado al plan de manejo del parque mientras fueron los administradores permitió “no solo la regeneración y potenciación de los servicios ambientales, sino combinando con la recreación familiar”.

Abierto desde 2011

El parque Bicentenario fue abierto a los ciudadanos en 2011. Se le nombró Bicentenario en conmemoración de los 200 años del Primer Grito de Independencia, convirtiéndose en un espacio “para la recreación, el deporte, el estudio y la investigación, además de otros beneficios ecosistémicos que brinda a la sociedad”, según información de Salvanatura.

Se encuentra en el área El Espino-Bosque Los Pericos, que en 1993 fue declarada “zona protectora del suelo y zona de reserva forestal”. Alcanzó la categoría de Parque Ecológico, de acuerdo con la Ley de Áreas Naturales Protegidas, que lo define como área con valor ambiental significativo para el interés público.

El lugar cuenta con diferentes áreas, muchas de ellas de carácter recreativo, en el que familias pueden llegar a acampar o pasar el día y preparar sus propios alimentos.