Koalas muertos y la conducta del consumidor

Nuestros hábitos de consumo podrán evitar que más Koalas se quemen. Si elegimos productos carbono neutral, si le reclamamos a las empresas que sean y adopten prácticas de carbono neutralidad, si exigimos una mejor matriz energética, si adoptamos y consumimos productos que sean descarbonizados, si optamos por productos que vienen de mejores prácticas agrícolas

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Por Rodrigo Samayoa Valiente

2020-01-11 11:19:30

Es una tragedia lo sucedido en Australia, fue una tragedia lo que pasó el año pasado en el Amazonas, en Siberia o en California. Es un efecto más del cambio climático. No importa si son provocados o naturales, el cambio climático es un factor de aumento de vulnerabilidad, o sea, las cosas serán peores. Estos incendios con un verano menos seco en Australia hubieran sido fácilmente controlables.
Los fenómenos de blanqueamos de los corales son otro efecto de la tragedia de nuestros tiempos. Cuando el coral muere solo queda la estructura calcárea, se producen grandes cementerios blancos en los arrecifes, producto del sobrecalentamiento de los mares o los cambios en los patrones de salinidad. Si los corales mueren, muere toda la vida marina asociada a ellos, perdemos millones de toneladas de alimento para la humanidad por esto.
Los ambientalistas tendemos a oírnos fatalistas cuando hablamos de estas cosas y la verdad la crisis climática no es para menos. Pero los grandes cambios o las grandes soluciones no son soluciones de arriba hacia abajo, son de abajo hacia arriba. Solo cuando los patrones de conducta y de comportamiento cambian entonces las cosas sucederán. Lo que quiero decir es que el motor más grande del cambio, en el sistema económico en que vivimos, es el patrón de conducta del consumidor; si afectamos y cambiamos este patrón, entonces encontraremos soluciones.
Por ejemplo, aunque todavía podemos mejorar mucho en la protección de la tortuga marina, El Salvador cambió en 2009, no porque hubo un decreto de prohibición. Eso no provocó el cambio. El cambio genuino fue el programa de conservación de tortugas marinas, que fomentó el cambio del depredador de tortugas a conservador de tortugas. El que encontró el giro de negocio, a liberar tortugas como una fuente de ingreso, en contraposición a vender los huevos. Al cambiar la actividad económica se lograron los cambios permanentes y a la fecha así es: los lugares en los que el modelo económico funcionó son donde la tortuga se sigue conservando. Los otros lugares, a pesar de la prohibición, siguen igual.
El mismo caso es con la regulación del carbono, una alternativa como el “cap and trade” o los grandes mercados de carbono propuestos por el acuerdo de París, son una solución económica la cual puede permitir que logremos la descarbonización del mundo. Una prohibición al carbono sería ilógica y contraproducente al bienestar de las personas.
Lo de Australia es impresionante, al mismo tiempo absurdo. Es un retroceso para la humanidad, pero sobre todo es una vista al futuro, esto será cada vez más frecuente. Todos tenemos la posibilidad de poder hacer algo al respecto. Nuestros hábitos de consumo podrán evitar que más Koalas se quemen. Si elegimos productos carbono neutral, si le reclamamos a las empresas que sean y adopten prácticas de carbono neutralidad, si exigimos una mejor matriz energética, si adoptamos y consumimos productos que sean descarbonizados, si optamos por productos que vienen de mejores prácticas agrícolas, si le apostamos a la electromovilidad, si somos más eficientes en el transporte de bienes de consumo, si consumimos más reciclado, si hacemos todas estas cosas entonces y solo entonces estaremos en camino a la descarbonización del mundo y entonces podremos soñar con un mundo mejor. Todos podemos ser carbono neutral.

Consultor en sostenibilidad empresarial.