En 1990 Canadá recibió a más de cuatro millones de migrantes de todo el mundo, según el portal Datosmacro Expansión. Entre ellos estaba Fidel Peña y su familia, quienes se marcharon de El Salvador un día de diciembre a raíz de la guerra civil.
Como todo inmigrante, Peña tuvo que adaptarse a una nueva vida, pero pronto encontró un camino que lo entusiasmaba y complacía: el diseño gráfico. Luego de cinco años de radicar en Toronto, Peña ya recibía su título como diseñador gráfico del George Brown College.
“Descubrí el diseño gráfico mientras cursaba otra carrera de artes generales en otro College en Peterborough, un pueblo de Ontario (…) supe que era la única carrera que podría hacer para ganarme la vida, es casi como que no tuve otra opción”, detalló Peña en una conversación vía electrónica.
Y así fue. Su vida ha girado en torno a esta profesión que lo ha posicionado como una de las mentes creativas más solicitadas en Canadá a través de su empresa Underline Studio, la que fundó en 2005 junto a su compañera y amiga Claire Dawson.
La estricta planificación y la calidad en la proyección de ideas traducidas a un contenido visual y textual han sido las máximas para que Peña junto a sus colegas, los diseñadores Brittany Waldner, Michael Lorimer y Laura Rojas, así como la gerente Kristin Germain O’Donnell, figuren y sean una empresa vanguardista en el rubro, y con una importante proyección internacional.
Peña sugirió que su experiencia laboral en el estudio Pentagram, en Londres, fue un punto de quiebre para regresar a Canadá y proponer un “trabajo más sofisticado y menos superficial que lo que se hacía en ese entonces”. Así que buscó a Dawson, con quien sabía que tenía ideas similares, e iniciaron la consolidación de un estudio de diseño gráfico que trabajara en identidad corporativa, publicaciones, afiches y diseño digital.
Underline Studio creció paulatinamente. Peña recordó que al inicio fue difícil conseguir clientes nuevos y convencer a empresas grandes de trabajar con ellos, así que decidieron participar en certámenes internacionales de diseño gráfico “para demostrar que podíamos competir con estudios más grandes y más establecidos”.
Así que el portafolio de esta empresa, liderada por Peña, tiene entre sus páginas grandes campañas y piezas creativas para empresas como Google, Wet n Wild, YouTube, la National Gallery of Canada, el grupo financiero BMO (Banco de Montreal), entre otras grandes firmas. Y los reconocimientos a las brillantes ideas que ahí se gestan ya figuran en su trayectoria.
“Para Google hicimos ocho campañas entre los años 2015-2018, nos encontraron por una serie de afiches personales que hicimos para el mundial de fútbol de 2014; cuando hicimos esos afiches no se nos ocurrió nunca que nos traería a Google como cliente”, detalló Peña sobre la confianza que han depositado en su equipo y el renombre que Underline Studios ha forjado.
En pleno inicio de 2020, el estudio dirigido por Peña acaba de recibir una medalla de oro y dos de plata en la competencia mundial de pósteres Graphis Poster, y en marzo presentarán en el Metropolitan Museum of Art en Nueva York el catálogo que diseñaron para el artista canadiense Kent Monkamn.
Durante 24 años de ejercer este arte, Peña confirma que el diseño gráfico es mucho más que una herramienta comercial, y que a pesar de las vertiginosas transformaciones que ha hecho la tecnología, “el tiempo para pensar en ideas y la gestación creativa serán las mismas que hace 100 años”, y es en este punto donde desean educar a los clientes.
Los proyectos a corto plazo para este diseñador gráfico, junto al resto de sus colegas, apuntan a tocar nuevas temáticas, a desarrollar la apreciación del diseño en Canadá, a colaborar con grandes fotógrafos, escritores y artistas, así como trabajar en un proyecto grande para El Salvador, siempre con la “intención de seguir mejorando”.
