El salario mínimo actual solo alcanza para cubrir un 42% del costo de la vida en El Salvador

El Centro para la Defensa del Consumidor propuso una nueva canasta básica alimentaria. De acuerdo con el organismo, el cálculo actual del costo de la vida se limita a duplicar el valor de la canasta básica pero no incluye los gastos para cubrir otras necesidades.

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Foto EDH/Archivo. / Foto Por JA

Por Vanessa Linares

2020-01-03 9:20:48

El último estudio del Centro para la Defensa del Consumidor devela que el salario mínimo actual es insuficiente para cubrir el costo de la vida en El Salvador.

El documento, denominado “Estudio sobre costo de la vida y propuesta de mejora para un salario mínimo”, estima que el costo de la vida en El Salvador ronda los $700. Considerando que el salario mínimo actual para el sector comercio y servicios es de poco más de $300 – y es el mínimo más alto de todas las actividades económicas- se estima que este solo alcanza a cubrir el 42% del total.

De acuerdo con el organismo, la Dirección General de Estadísticas y Censos (Digestyc) calcula el costo de la vida multiplicando por dos el valor de la canasta básica de alimentos, que para el caso del área urbana es de $202.37 y de $144.43 para la rural.

En ese sentido, el valor de la vida o de la Canasta Básica Ampliada (CBA) es de $404.74 en el área urbana y de $288.86 en la rural.

La actual canasta básica en El Salvador incluye productos como el pan francés, las tortillas, el arroz; carnes de res, cerdo y aves (no incluye pescado); grasas, huevos, leche fluida, azúcar, frijoles y una cantidad limitada de frutas (naranja, plátano y guineo) y verduras (papá, cebolla, chile, tomate, güisquil, repollo).

El director ejecutivo del CDC, Danilo Pérez, explicó este viernes en una entrevista televisiva que a nivel centroamericano, con 22 ítems, El Salvador tiene la canasta básica con menor número de productos. Nicaragua, por ejemplo, tiene 23 y en Costa Rica la lista sobrepasa los 50.

Según Pérez, al comparar el salario mínimo de $304 con los $202 que cuesta la canasta básica urbana, la brecha es positiva. Sin embargo, en la última década su valor ha aumentado cerca de $30 y aunque podría considerarse una variación poco significativa, “el problema real es que la gente no sólo come eso” que está en la lista oficial. Pérez dijo que, por ejemplo, la canasta básica no incluye el alto consumo de quesillo (u otros lácteos) que tienen los salvadoreños.

Para el CDC, el método de cálculo oficial de la canasta de alimentos y el costo de la vida tiene cuatro imprecisiones importantes: primero, la cantidad de alimentos incluidos no es adecuada para garantizar los requerimientos nutricionales de las personas; en segundo lugar considera que establecer canastas alimentarias diferenciadas por áreas es discriminatorio para la población rural puesto que sus requerimientos nutricionales son los mismos de las personas que viven en las urbes y no por estar en el campo significa que no coman pan francés o que tengan acceso a verduras sin tener que pagar por ellas.

En tercer lugar, el organismo señala que el cálculo no incluye bienes que no son alimenticios pero sí necesarios para las personas tales como el jabón y la pasta de dientes; y por último, considera que es incorrecto multiplicar la canasta de alimentos por dos para obtener el valor de la vivienda, de los vestuarios (incluido ropa y calzado) y los servicios porque cada uno de esos rubros tiene precios y tarifas específicas en el mercado.

El vocero explicó que es así como el CDC hizo un nuevo cálculo del costo de la vida en el país, que comenzó con la propuesta de una nueva canasta básica alimentaria con un total de 31 productos (20 de los que ya tenía enlistados la Digestyc más otros tomados de la “Propuesta de actualización de la canasta básica de alimentos para la República de El Salvador de la Secretaría Técnica y de Planificación de la Presidencia, de septiembre de 2014).

Entonces, según el estudio, los casi $700 del costo de la vida en El Salvador se determinan por el precio de la canasta básica nueva más la cobertura de otras necesidades como el transporte, el alquiler de vivienda, pago de servicios y hasta el de otros gastos como el de toallas sanitarias en el que tienen que incurrir las mujeres.

A juicio del representante del CDC, al incluir cualquier otro producto a la canasta básica salvadoreña – sobre todo uno de alto precio como el pescado- es evidente que el costo aumenta y es probable que muchas otras familias no alcancen a cubrirlo con sus ingresos y, por ende, el número de pobres también aumente. La insuficiencia de recursos también alienta la migración.

“¿Por qué la gente decide emigrar de este país, precisamente por esto que estamos señalando. Entonces nosotros esperaríamos que en el marco del Consejo Nacional de Salario Mínimo esto se revise y haya una adecuada negociación”, puntualizó Pérez.

Más allá de dar un parámetro del consumo local, el costo de la canasta básica ayuda a determinar la línea de pobreza monetaria en el país. Si una familia no es capaz de cubrir la canasta básica ampliada (es decir, dos veces la canasta básica) se considera en situación de pobreza relativa; y si no le alcanza ni para una canasta básica entonces el hogar se cataloga en pobreza extrema.

Según la última Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM), a nivel nacional, un 26% de los hogares son pobres.
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