25 preguntas a Fernando De Moura, ex Firpo: “Hay tanto recuerdo bueno, pero el mejor fue el partido contra la Juventus”

CANCHA conversó con uno de los futbolistas íconos de la Liga Mayor de Fútbol de antaño, un extremo brasilero que la descosió, y que hoy en día muchos recuerdan con nostalgia y cariño. De Moura formó parte del Firpo más poderoso de la historia

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Fernando De Moura, exfutbolista brasileño y de lo mejor en cuanto a talento de exportación para la Liga Mayor. Foto: EDH

Por Robbie Ruud

2020-01-01 7:45:22

Fernando de Moura (Brasil, 1962) es catalogado por muchos aficionados al fútbol como uno de los mejores exponentes del deporte rey en la historia de la Liga Mayor de Fútbol. Dotado de una técnica envidiable, De Moura fue uno de los más talentosos pasadores no solo de Luis Ángel Firpo, sino de la Primera.

Es símbolo de un club que no existe más. De Moura no solo representa al mejor Firpo de la historia, sino también a una generación de extranjeros completamente incuestionable.

1- ¿Quién es Fernando De Moura?

Una buena persona, muy hijo de Dios; en Brasil somos mil por ciento católicos, gracias a Dios. He cometido mis errores, pero siento que soy una persona de buen corazón. Reconozco que tengo muchas amistades, a donde voy tengo la puerta abierta. Quiero ser una persona humilde porque es importante, eso lo aprendí mucho de mis padres y del finado don Sergio Torres (expresidente de Firpo). Tengo 30 años en El Salvador, y gracias a Dios vivo trabajando por el fútbol.

2- ¿Cuál fue el primer club de fútbol profesional?

Uno empieza en Brasil joven, con trece o catorce años, la competitividad allá es inmensa; casi todos los niños saben jugar fútbol, pero allá creo que no hay muchos quienes puedan jugar de portero, por eso tenemos muy pocos, pero buenos. Empecé en el Olaria Atlético Clube, un equipo pequeño de mitad de tabla para abajo en primera división de aquel tiempo, es de Rio de Janeiro; como Once Deportivo o Jocoro. Tuve la oportunidad de jugar contra Flamengo, Botafogo, Vasco Da Gama, pero hay que ser humilde, y gracias a Dios pude enfrentarme contra estos monstruos en el Maracaná antes de que lo redujeran (aforo).

3- ¿Cuál fue el club en el que jugó antes de Firpo?

Mi último equipo en Brasil fue Rio Branco Football Club, pero antes de llegar a Firpo yo estaba sin equipo. Tenía 25 años cuando quedé sin club, recuerdo que la gente me decía que me retirara, porque no aproveché ni hice nada (relevante), que mejor buscara trabajar porque hay demasiado jugadores (federados), son como dos o tres millones inscritos en la federación brasilera de fútbol.

4- ¿Cómo llega a Firpo?

Estaba Juan Torres en Brasil, de viaje, de ocio, pero también fue a contratar un entrenador: Evanil Da Silva, el tal “Coronel”, quien jugó en Vasco Da Gama. Entonces yo conecto con Evanil, a quien conocía personalmente. Él también conocía de años a Toninho Dos Santos; así que nos terminó llevando a ambos al Firpo. El equipo necesitaba un volante de llegada y un delantero, y fuimos elegidos para esas funciones. Yo fui el volante que buscaban. Al principio fue difícil porque uno llegaba en esos días a un Firpo muy competitivo, con jugadores nacionales muy buenos, a los que uno le iba a “quitar el puesto”.

5- ¿Cuál es club favorito de Brasil?

Hay gente que se mata por un club, pero yo no, mi amor es el Fluminense. Nunca me perdía un partido para ver al Flu, que jugaba cerca de donde yo vivía, de donde salió Marcelo Vieira (defensa del Real Madrid). Si algún día Dios quiere, podré volver para ver al Fluminense en el Maracaná. Lloro por ese equipo. Me encantaba Rivelino, era un equipazo el Flu.

6- ¿En la familia jugó alguien más fútbol?

No. Mis hijos a la charamusca, para una sudadita, pero para profesionalismo, no. Se nace con el talento, pero hay quienes creen que si se ponen zapatos de futbolista ya lo son. Me siento triste porque ninguno pudo estar en el fútbol, pero Dios me dio otro tipo de profesionales. Fui privilegiado. Espero un día tener a un nieto futbolista, esa es mi esperanza.

7- ¿A sus padres les gustaba el fútbol?

A mi papá sí, a mi mamá no mucho. Pero ambos me apoyaban, estaban pendientes por si uno se golpeó o se dobló el tobillo. Yo lavaba mi ropa, pero ella (su madre) pendiente de mi salud, mi papá me acompañaba a todos los partidos como aficionado y como jugador. Mi papá se llama Lindolfo Liberato De Moura y mi mamá Josefa Sousa De Moura.

8- ¿Que sería de usted si no hubiese sido futbolista?

(Risas) Creo que no estaría vivo, hablando claro. Hay para todos, arquitectos, ingenieros, médicos, pero yo nací así. El futbolista ya nace, salía por la mañana y llegaba de noche tras estudiar y jugar fútbol; así es uno que ama el fútbol, que ama la pelota.

9- ¿Qué recuerda de su primer juego con Firpo?

Firpo iba de una gira a Los Ángeles (EE.UU), un amistoso contra el Atlante de México. Yo no había firmado contrato, tampoco Toninho; ambos hicimos un gol y el juego quedó 2-2. Luego del partido don Sergio Torres nos hizo firmar. El primer juego oficial no lo recuerdo, pero el que cuento sí, fue muy especial. Imaginate, estábamos descanchados y metimos dos goles, teníamos buenas condiciones personales por cuidarnos.

10- ¿Qué hizo con su primer salario?

(Risas) En aquel tiempo habían colones, pero Juan nos pagaba a Toninho y a mí en dólares, ambos salimos con los bolsillos llenos de dólares (tras el primer pago)¡Dios mío, gracias a Dios! dije. Lo primero que hice fue enviar a mis padres, quienes estaban pendientes de la parte deportiva y financiera de mi persona.

11- Me llamó la atención que dijera: “futbolista se nace”

Creo que puedes mejorar la parte física, mucho, pero la técnica, ese pase excelente, no se puede mejorar mucho con la práctica, o lo traes, o no. Puedes practicar y practicar, pero solo mejorarás un porcentaje de tu habilidad, esa que Dios le da a uno.

12- ¿Quién fue su primer amigo salvadoreño?

Tengo muchos amigos, y también personas con quienes tuve roces. Quité posición a jugadores que ya la tenían, entonces lidié con envidias, celos, cosas humanas, de nuestra vida cotidiana, gente mala leche como dicen acá. Si quieres salir adelante primero busca a Dios, y luego al trabajo. Don Juan Torres fue mi primer amigo salvadoreño, me enseñó a El Salvador en el mapa, él no entendía mucho portugués, pero lo hablaba un poco; la mayoría de mis amistades al principio eran de Usulután.

13- ¿Aguantó muchas patadas en la cancha?

(Risas) Mira, cuando entras a la cancha sabes que te juegas el plato de comida, y quien está enfrente también, así que no me quejo de eso, aguante eso sí muchas, yo casi no pegaba, era mínimo. Cosas del fútbol. Alianza y Marte pegaban muchísimo, y más si vos eras extranjero, y si eras bueno ¡más todavía! En nuestra época buena (de apogeo) me enteré que hubo entrenadores, yo los vi, que ordenaban darnos patadas a Toninho, a mí, y a varios más del “Super Firpo”. “Mátenlo, quiébrenlo”, oía. Los contenciones me pegaban mucho, hasta sin pelota.

14- ¿Cuál es el defensa más difícil al que enfrentó?

No quiero menospreciar al fútbol presente, pero todos los equipos tenían buenos defensas, mucho mejores, hasta los equipos pequeños. Pero más que defensas, a mí me complicaban los volantes de marca, hablamos del finado “Pitufo” Pacheco, Fernando Lazo, Mauricio Perla, Omar Sevilla, eran terribles para ablandarlo a uno. Han habido más para recordar, pero sí, la mayoría se dedicaba a pegar.

15- ¿Y el mejor portero?

“Cacho” Meléndez, Guevara Mora y que en paz descanse Raúl García fueron unos porteros increíbles. Personalmente no recuerdo que pudiese hacerle ningún gol a Mora ¡qué portero era! Hice goles de muchas formas, pero no recuerdo uno a Mora, mis respetos, yo le felicito.

16- ¿Cómo llega a ADET?

Tenía siete años de estar en Firpo, me fracturé el tobillo derecho contra FAS y empecé a cargar con ese problema (físico). Jugué antes de cumplir con el tiempo de recuperación, con esa molestia terminé el torneo. Hablé entonces con los Torres para que me operaran, el Firpo era un gran compromiso y yo no podía estar a medias en el equipo. Sin poderme recuperar al cien por ciento, hablé entonces con los Torres y les dije que no podía continuar porque la exigencia era muy grande y yo no podía arrastrar mi lesión. Quedé un año sin jugar tras ello, y gracias a la bendición de Dios don Héctor Palomo Sol me habló para que fuera para aportar mi experiencia a los jóvenes de ADET. Estaban “Chico” Contreras, Ronald Cerritos, el profe Dowson Prado, Aarón Canjura… era un equipo impresionante. Aprendieron de mí que hay que pausar, que no hay que correr como loco en la cancha; me agradecieron en su momento, y eso me puso muy feliz. También aprendí de ellos a pesar de mi edad. Entramos hasta en semifinales en dos ocasiones. Me siento contento porque aporté tanto en cancha como en camerino.

17- ¿Cómo vivió la final entre Firpo y ADET?

Increíble cómo falló ADET para poder ganar en los penales, el equipo estuvo muy cerca de ser campeón. Pero yo iba con Firpo en la final; muero por el equipo, no me interesa que los de Alianza o Águila se burlen, no dejaré de ser Firpo aunque esté en tercera división.

18- ¿La pobreza hace grandes futbolistas?

No. Vamos a analizar bien, un niño pobre no se alimenta bien, un niño que ha crecido así tiene problemas en el futuro, como por ejemplo Ronaldo Nazario; el pasado de un niño es muy importante, la educación, la alimentación, la salud; sino tienes eso básico, eso te pasará factura después. Hay varios que fueron pobres y luego fueron millonarios, pero tienes que aprender a administrar lo que tengas. Tienes que cuidar también tu imagen, y así sales adelante en el fútbol.

19- ¿A qué le teme en la vida?

No tengo miedo de la muerte, es un camino que todos llevamos. No soy millonario pero paso tranquilo. De toda corazón, de toda alma, tengo miedo de los castigos de Jesucristo. Uno se arrepiente, pero las consecuencias vienen. Pero uno tiene que ser listo, y ya no hay que cometer los mismos errores.

20- Su recuerdo más duro en el fútbol es:

Mi lesión. El doctor me dijo que me dolería siempre. Cuando juego en “Papi Fútbol” luego me pongo hielo para poder caminar sin problemas. A pesar de todo, mi sufrimiento es más psicológico, sí , hasta hoy solo mi esposa sabe cómo sufrí. Superé mi lesión, pero cuando cambia la luna me duele mucho.

21- Entonces su recuerdo más bonito es:

Salir campeón con Firpo, cuatro veces en cuatro años. Si fueran torneos cortos hubiesen sido quizás diez (trofeos). Hay tanto recuerdo bueno, pero el mejor fue el partido contra la Juventus, no habrá otro juego entre ambos equipos; en aquel tiempo ni siquiera lo imaginábamos, pero sabíamos con quién íbamos (a jugar). Quedamos 0-0 y en los penales ganamos 5-4, el primero lo anoté yo, luego Enrique Güelmo, Raúl Toro, Marlon Menjívar, “Carlanga” Rivera, todos eran buenos pateadores. No fallamos ninguno. El portero era Stefano Tacconi, era grandísimo, literalmente, sus brazos llegaban estirados fácil al travesaño. Quedamos marcados por ese partido.

22- ¿Por qué Brasil no es campeón del mundo de nuevo?

El fútbol ha cambiado, y mucho. Recuerdo a las estrellas del 70, del 82, ese individualismo, todos jugaban en el país; pero todo cambia. Brasil no se insertó en el cambio y creo que se creyeron que toda la vida iban a ser campeones. He estado ahí, hay quienes pierden el balón y no lo buscan recuperar, no les gusta la táctica, el apoyo; ahora sí, pero ha costado que lo aprendan. Por eso los europeos nos sacaron mucha distancia estos años. ¿Cuándo una isla nos iba a ganar, a El Salvador? Nos hemos estancado.

23- ¿Qué opina de Neymar?

Es raro criticar a un profesional. Sé de la capacidad de Brasil, Neymar es millonario, pero creo que tendría que preocuparse más por jugar. Yo vine a El Salvador a trabajar, hay diferencias de salarios y clubes en la comparación, pero él debe de aprender a trabajar. Cuando la afición del PSG le gritó a Ney no le importó, si a mí me gritaban yo me ponía las pilas; pero ahí estuvo sin jugar varios meses y tranquilo. No me gusta mucho como figura, definitivamente.

24- ¿Nunca le ofrecieron jugar con la Selecta?

Sí. En la Eliminatoria del 90, mi mejor época, estábamos en pláticas con Juan Torres, presidente de la Federación. Terminamos el torneo local, me comentó sobre mi nacionalización, los jugadores de la Selecta estaban de acuerdo. Hubo un partido contra Estados Unidos para pasar a la otra ronda, si ganaban, quedaba entonces la serie contra Guatemala para avanzar y mi proceso terminaba con éxito. Pero la Selecta no ganó y no pudo pasar a la otra ronda. Para EE.UU. 94 era paja, ya no podía, había que darle oportunidad a los jóvenes. Nunca terminé el trámite para ser otro salvadoreño más, y me gustaría sinceramente. Creo que en algún futuro podría ser posible, aunque ya esté viejo.

25- ¿A qué se dedica ahora?

Ya son 18 años formando talentos acá, en la Escuela Municipal de Antiguo Cuscatlán. Un tiempo dirigí al Nejapa en tercera división, también con la escuela municipal. De 8 a 17 años, repartidos en cuatro categorías. Veo un cipote bueno y lo mando a las reservas de Alianza, porque ahí está “Kiko” Henríquez y otros conocidos más. Elman Rivas salió de la escuela que dirigí en Nejapa, por ejemplo. Quiero que sean profesionales y mejores que tu servidor.

BONUS

26- ¿Algún sueño que cumplir?

No estoy capacitado para ser entrenador, pero me gustaría que algún día, que diera el giro Firpo, trabajar con el equipo. Quisiera buscar talento en Usulután para Firpo, de ponerles atención, de darles una oportunidad. Quisiera retribuir algo a Firpo, que tanto me dio terrenalmente. No quiero ser millonario, ni que me carguen, dar oportunidades a niños a ese nivel. Creo que en un futuro se podrá.

27- ¿Qué de cierto era que algunos jugadores le decían a Sergio Torres, ‘papá’?

Claro, era quien pagaba (risas). Me ayudó mucho, conocí tantos futbolistas a los que ayudó. Nunca anduve afligido por la falta de pago. Te ayudaba con la prima de la casa, mis hijos nacieron en el Hospital de la Mujer, no andaba con pajas. Financieramente ayudó mucho, y su señora nos ayudaba también con consejos, con guía moral. Los Torres eran calidad de gente. Teníamos un respaldo tremendo. Una vez fui a Estados Unidos, y no llevé dinero ‘tomá, andá y comprá algo para tus hijos’, me dijo don Sergio.

28- ¿Alguna vez lo hizo enfadar un periodista?

Ya murió, me dijo paquete al aire. Yo no sabía qué significaba, y cuando me lo explicaron me enfadé. Lo dijo en la radio, nada de frente, y eso no me gustó. Los extranjeros siempre estamos presionados a rendir, y siempre hemos sido muy criticados porque ganamos más, pero él tenía razón; uno tiene que dar respuesta, uno gana más que un salvadoreño y uno tiene que corregir. En un juego en el “Mágico” González lo encaré y arreglamos las cosas con una discusión que no terminó en nada malo.

29- ¿Cuál fue la cancha más difícil en la que estuvo?

La cancha de Tiburones, la de Cojute, la del ‘Mágico’ era malísimas en ese entonces, la verdad es que la mayoría. Pero en la de Tiburones, la gente sí era muy brava, ahí le tiraron un ladrillo a Raúl Toro. Ganamos 3-1, pero no había seguridad, no había policías. Los aficionados entraron a la cancha del Ana Mercedes Campos, y fue muy peligroso, apedrearon a los árbitros, nos cambiamos en la cancha, entonces ellos corrieron a donde nosotros estábamos, y tiraban piedras a matar ¿a dónde corremos? me dije. La policía llegó, y solo había un acceso en el estadio. ‘Dios mío, aquí quedamos’, pensé.

30- ¿Su gol más importante?

Todos fueron importantes. Hay unos más bonitos, otros en finales, pero para mí todos son importantes. Cuando un gol en papi fútbol también son alegría para mía. Claro, abrir la cuenta ante la Juventus fue muy especial. Cierro los ojos ahora y veo a Tacconi.

31- ¿Cuál pasador le fascinaba?

Me gustaban mucho los trazos largos y perfectos de “Memo” Rivera, ya sea pelota al piso o por arriba, de izquierda a derecha, siempre iban al pie. Papo era buenísimo también, hubo varios, a favor y en contra mía.

32- ¿Cuándo viajó por última vez a Brasil?

Imaginate, cuando la aerolínea que patrocinaba al Firpo nos pagaba los pasajes, iba a cada rato. Luego mis hijos crecieron y ya no pude darme ese lujo, no podía gastar dinero así nomás. Hay que aprovechar cuando uno es futbolista con el salario de futbolista, tengo 20 años de no ir a Brasil. A veces iba con Juan Torres, hasta a pasar un fin de semana.

33- ¿Qué extraña de allá?

Extraño la playa, Copa Cabana, entrenaba en un cuartel donde la selección de Brasil hacía sus entrenos. Yo soy hijo de un chofer de militares, así que por eso pude conocer dentro de dicho lugar, los empleados tenían carnet y podían ingresar a sus familiares. Era un espectáculo verles entrenar a los seleccionados, lo tengo bien presente. Me tengo fe que pueda ver de nuevo esa playa hermosa, también me hace falta un partidito allá, esa arena, esa playa, esa gente, todo eso te quita 40 años de encima mi hermano.