Los rostros detrás de las estatuas vivientes del centro de San Salvador
Estudiantes de Artes, Filosofía, Letras, Medicina, además de padres de familia y migrantes, son las personas que se encuentran bajo las espesas capas de pintura de los personajes que representan como estatuas humanas en el Centro Histórico de San Salvador.
LA MUÑECA FILÓSOFA. Alondra Villalta da vida a La Muñeca de la cajita musical solo los fines de semana, ya que durante la semana se dedica a estudiar licenciatura Filosofía en la Universidad de El Salvador (UES). Se preparó en estatuismo en los talleres que se impartieron hace un par de años en el café cultural Maktub, también ha estudiado diseño y modas. Ella desea tener una escuela de artes escénicas y ofrecer clases de Filosofía al estilo de Sócrates, que es su filósofo favorito y de quien ha leído gran parte de su obra.
Ella desea tener una escuela de artes escénicas y ofrecer clases de Filosofía al estilo de Sócrates, que es su filósofo favorito y de quien ha leído gran parte de su obra.
EL FERROCARRILERO MÉDICO. Armando Rivera, de 30 años de edad, estudia el sexto año de Medicina. También tiene un diplomado superior de teatro de la UES y ha hecho teatro con el grupo Insurrecto y la Compañía Universitaria de Teatro. Su personaje más conocido es El Ferrocarrilero, aunque también representa al Campesino Plateado.
Armando se paga sus estudios y gastos personales con las colaboraciones de los turistas y asegura que, así como está el tiempo, es más seguro obtener ganancias del arte que de la medicina. “El gremio médico está fregado”, dice. Rivera tiene tres años de representar a sus personajes y se muestra muy agradecido con los paseantes del centro por su generosidad.
LA BARBIE LETRADA. De pequeña le gustaban las muñecas “Barbie”, y ahora le gustan “Las Letras”. Por eso Jacqueline Beatriz López, de 25 años, estudia la Licenciatura en Letras en la UES. Representa a la famosa muñeca de Mattel durante tres días a la semana. Además, Beatriz desea estudiar Artes Visuales, Teatro y Danza.
En el estatuismo, dice que hay momentos de tensión, sobre todo cuando algunos hombres tratan de acosarla o jugarle bromas pesadas, que es algo “que pasa a diario”. Sus escritores favoritos son Edgar Allan Poe y el salvadoreño Roque Dalton.
UN PADRE DE FAMILIA GENIAL. Erick Roberto Menjívar, de 35 años, es padre de una familia de artistas. Sus integrantes son payasos, malabaristas y pintacaritas. Su compañera es la payasita “Chichi”, Rosalinda Carolina Cruz, y sus hijastros realizan presentaciones y estatuismo en diferentes plazas de San Salvador.
Erick también representa a otros personajes como El Faraón o al El Jornalero. Por su estatura es reconocido como el payaso Canillón. Su objetivo es especializarse en estatuismo. El genio de Aladino es una de sus representaciones más habituales.
EL HOMENAJE AL CATRIN. Stanley Ramos, de 27 años, perdió su brazo al caer de “La Bestia”, el tren mexicano en que viajan los indocumentados hacia Estados Unidos. Intentaba ayudar a otro migrante para que no cayera bajo los rieles, pero en el intento él mismo se convirtió en la víctima. Ahí terminó su sueño americano. Le amputaron el brazo y estuvo internado un mes en el hospital General Balbuena en Ciudad de México. Aunque le ofrecieron una excelente atención y una estadía preferencial fue deportado el 19 de noviembre de 2011.
Ahora Stanley tiene un hijo de tres meses y está en trámites para casarse. Su personaje El Catrín es un homenaje a las personas con alguna discapacidad y lo ha presentado en todos los países de Centroamérica. Atrae a los turistas con un pequeño silbido que emite como saludo y también cuando le ofrecen una colaboración.
MONUMENTO A LAS MADRES VENDEDORAS. Idalia Laínez, de 38 años, representa a La Madre Vendedora como un homenaje a este personaje muy común en las calles del Centro Histórico. Estudió actuación en el Teatro de Cámara Roque Dalton con el profesor Miguel Ángel Díaz, y se ha presentado en obras en la Casa Tomada.
También trabaja de guía turística en coordinación con grupos de artistas como Coarsa, Kuskata y otros colectivos que generan actividades culturales en el Centro. El arte es su forma de vida y de eso vive. También participa en giras al interior del país en festivales en los pueblos.
LA JUSTICIA QUE SUEÑA CON LLEVAR ARTE. Luis Huezo, de 26 años, es estudiante de Ballet y Danza Contemporánea en la Escuela de Danza Morena Celarié. Tiene formación artística de cinco años, pero de tres a cuatro días a la semana representa a La Justicia en el centro de San Salvador. La colaboración de los turistas es su única fuente de ingresos pero de ahí saca para pagar casa, comida y estudios.
Su sueño es terminar su carrera y egresar como bailarín clásico, además de mostrar su danza en muchos lugares, que dice conocer, adonde jamás llega el arte. Se refiere a colonias pobres de la capital. Sueña con formar su propia compañía de danza.
SAN ROMERO EN PERSONA. José Isaac Vázquez, de 26 años de edad, representa al salvadoreño más famoso del mundo, San Romero, en la esquina del Teatro Nacional sobre la Calle Delgado. Su personaje es el que le da para comer y pagar sus estudios de Ciencias Agronómicas en la Universidad de El Salvador.
Estudió Artes y ha participado en obras del grupo Teatro del Silencio y otros colectivos de jóvenes amantes de las artes. Le gustaría mucho estudiar artes fuera del país, aseguró.
LA MÁSCARA ES PAPÁ SOLTERO. La Máscara es uno de los más veteranos. Felipe Hernández tiene 53 años y también representa el Joven Manos de Tijeras. Participó dos años en talleres de estatuismo y también en cursos de maquillaje. Este personaje le hace ganar el dinero justo para sus gastos personales y la manutención de su familia. Es padre de tres hijas de 11, 19 y 22 años, a las que les fascina el estatuismo. Es padre soltero, pero asegura llevarse bien con sus hijas. También trabaja como payaso para presentaciones y fiestas particulares.
El personaje le hace ganar el dinero justo para sus gastos personales y la manutención de su familia. Es padre de tres hijas de 11, 19 y 22 años, a las que les fascina el estatuismo. Es padre soltero, pero asegura llevarse bien con sus hijas. También trabaja como payaso para presentaciones y fiestas particulares.
EL LOBO FEROZ. Jesús Alexander Pérez, de 38 años de edad, recibió talleres de teatro y estatuismo en la Universidad José Matías Delgado. Representa el personaje del Lobo Feroz y también ameniza eventos culturales junto a Idalia Laínez, que hace el personaje de la Madre Vendedora.
Asegura que ellos viven del arte y para esto necesitan ser constantes y disciplinados con los gastos. “Hay que presupuestar hasta para tomarse una soda”, dice Pérez. Otro de sus personajes es El Pescador.
EL SOMBRERERO CUERDO. Mario Vázquez, de 31 años, es licenciado en Ciencias de la Comunicación y actor de teatro. Estudió en el Centro Nacional de Artes (Cenar), además de recibir talleres de baile folclórico y danza moderna.
Participa en festivales organizados por casas de la cultura en diferentes municipios, y un par de días a la semana llega al Centro Histórico para representar el papel del Sombrerero Loco, que es un personaje que por su colorido le gusta mucho a la gente y se toman fotografías con él.