Su capítulo al frente del Museo de Arte de El Salvador (Marte) finaliza este 31 de diciembre. En 2020, el artista y gestor cultural, nacido en Ahuachapán en 1945, empezará un nuevo recorrido por las artes plásticas. “Es volver a empezar”, afirmó.
“No sé lo que va a pasar, pero mi mayor problema será si voy a aguantar todos los días a Roberto Galicia…”, exclamó entre risas el artista y gestor cultural que dirigió por casi dos décadas el Museo de Arte de El Salvador (Marte).
Su gestión finaliza con el año y su horizonte visualiza un lienzo en blanco, un nuevo capítulo en las artes plásticas y la cultura salvadoreña que escribirá en el camino, “en tiempo real”.
“Me encanta el reto” enfatiza quien siempre ha sido un hombre de desafíos, un apasionado de las artes y un defensor de la cultura.
A la pregunta, ¿volverá a pintar?, Galicia responde con sabiduría: “Quiero irme reencontrando con lo que hago y ver qué puedo ir descubriendo. Es volver a empezar”.
Por el momento, ya tiene un proyecto escultórico en mente.
Vaciando los muebles de su oficina semanas atrás, reunió todas las agendas que utilizó mientras lideró el Marte. “He sido de agendas siempre”, confiesa. Unas las compró, otras llegaron como obsequios. “Son diecinueve”, puntualizó una mañana de miércoles en la que fue su oficina.
Tres de estas albergan reuniones, visitas y entrevistas de quien coordinó la creación del museo por tres años, desde el 2000. Las dieciséis restantes son las bitácoras del director que capitaneó el Marte desde el 22 de mayo de 2003 hasta el 31 de diciembre de 2019. Y aunque fue un periplo “complicadísimo”, los logros están a la vista.