Los pesebres del Centro Histórico

En el centro de San Salvador muchos niños descansan en cajas de cartón, jabas de plástico o madera, que se vuelven sus pesebres durante las celebraciones de fin de año.

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Una caja de madera donde venden los tomates sirve de cuna para la pequeña Alejandra, en el mercado La Tiendona. La bebé es una de las numerosas niñas que duermen en pesebres improvisados. Foto EDH/ Francisco Campos

Por Francisco Campos

2019-12-29 4:30:53

El Evangelio según San Lucas, en el capítulo 2, señala que un ángel se apareció a los pastores de Belén y les dijo: “No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre”.

Si no se camina con prisa y distracción por el Centro Histórico de San Salvador, es posible observar a muchos niños descansando en cajas de cartón, jabas de plástico o madera, hamacas, mesas patas arriba o en medio de la mercadería que venden sus padres, quienes se dedican al comercio informal. Los recién nacidos descansan junto a sus progenitores en lugares improvisados, lo que les permite tenerlos cerca.

Una vendedora, que se identifica solo como Catalina, aprovecha para pedirle a las autoridades municipales o del Gobierno central, que se habilite guarderías, lugares donde los niños puedan tener una atención adecuada.

Esto le permitiría a los vendedores trabajar más por el bienestar de sus pequeños que, inocentes, duermen y descansan como el Niño Dios en los humildes pesebres del centro de San Salvador.