La función principal del maquillaje es resaltar los rasgos para embellecer. En ocasiones, técnicas extendidas hacen que los resultados sean justo lo contrario.
Estos son algunos de los desaciertos más comunes en maquillaje que es conveniente evitar según los profesionales de la cosmética. ¡Toma nota de estos consejos!
1. No se trata de tapar
“Tenemos la mala educación de creer que llevar base de maquillaje es ir tapada”, explicó Silvia Pellissa, maquilladora de NYX Cosmetics, sobre esta creencia tan común, sin tener en cuenta la verdadera función del producto: “unificar, mejorar la piel y aportar el beneficio que deseemos en función de la necesidad de cada piel y el acabado que se desea lograr”, detalló.
Lo ideal es cubrir bien las imperfecciones y conseguir una piel uniforme, sin saturarla de producto, así además de cuidarla y respetarla se consigue un mejor aspecto.
2. Menos es más
No es necesario poseer un neceser digno de maquillador profesional, ni aplicar religiosamente una larga lista de productos para elaborar un maquillaje bonito. Mejor opta por los productos que más se adaptan a tus necesidades.
“Piensa bien cuánto tiempo quieres dedicar al maquillaje, ¿qué imagen quieres conseguir? Sobre esto, elige tus productos, menos es más”, detalló Pellissa.
3. La piel es el lienzo, cuídalo
Pilar Vilas, maquilladora asidua en producciones de moda, destacó la importancia de tener en cuenta las texturas de la piel antes de proceder a aplicar productos.
“Es conveniente no aplicar base de maquillaje sobre los párpados, la piel es muy fina y no soporta mucha cantidad de productos, por lo que creará pliegues”, explicó sobre un ritual adquirido y realizado casi de forma inconsciente, en el que la base se aplica en grandes cantidades y a conciencia sobre todo el rostro.
4. Las cejas en el punto de mira
Es cierto que llevar las cejas maquilladas cambia la mirada, pero opta por escoger “el mismo tono que el cabello” para así asegurar un resultado natural que no atraiga toda la atención sobre este punto, recomendó Pellissa.
Por su parte, Vilas aconsejó “no maquillar el inicio”, para así evitar cambiar la expresión de la persona.
5. Corrector de ojeras en poca cantidad
Este producto “no se aplica de forma circular por el párpado y la ojera”, señaló Vilas, apuntando que la mejor opción es “aplicarlo en el surco, justo donde se hunde la piel”. De esta forma, se evita cubrir la zona del pliegue posterior a las pestañas, sin remarcar el doblez y las posibles líneas de expresión.
Fuera de la costumbre popular de emplear un tono más claro que la base para cubrir ojeras, Vilas señaló que la forma de cubrirlas de manera eficiente es “usando un corrector del mismo tono que la base para neutralizarlo, y evitar que se vea gris debido al contraste entre piel y tonalidad clara”, un principio que según asegura es aplicable a la hora de camuflar las bolsas.
“Un error muy común para corregir las bolsas es poner un color más claro que el de la base, algo que solo consigue evidenciarlas más”, dijo.
6. Ojo a los polvos matificantes
Antes de proceder a la aplicación de los polvos, es conveniente observar las texturas de la piel, ya que si se aplican “sobre granitos o en partes donde es más rugosa, como la nariz”, el efecto conseguido será hacer más notables estas imperfecciones.
7. Sobre el iluminador
Tal y como contó Vilas, se debe prescindir del iluminador “en la zona central del rostro, para aplicarlo en los puntos de luz”, una parte donde es más fácil encontrar poros dilatados, que se ven resaltados si se aplica el producto.
¿La alternativa? Mezclarlo con la hidratante o la base de maquillaje, para conseguir así “un acabado natural con un brillo saludable”, finalizó Vilas.