Hernán Carrasco Vivanco: “Yo nací para entrenar niños porque me encanta enseñar y verlos jugar”

Durante 65 años ha sido director técnico, inició en las inferiores de la Universidad de Chile y planea finalizar su carrera en la Academia de Fútbol Futuro, que fundó para enseñar el deporte con pedagogía y fundamentos a niños salvadoreños.

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FOTO EDH

Por Omar Martínez

2019-12-26 8:20:48

La técnica individual, sostener, juego colectivo, tácticas, líneas de fondo; es imposible charlar con don Hernán Carrasco Vivanco sin que por momentos exprese que estos conceptos básicos del fútbol son los que se le deben enseñar a los deportistas desde niños.

De todos es conocido que el oriundo de Arauco, en el Chile del 1928, tuvo una destacada carrera deportiva como director técnico en su país natal con la Universidad de Chile, con Colo Colo, esos grandes clubes del balompié suramericano.

Pero en El Salvador también dejó una huella imborrable, vino en 1954 para dirigir a la selección nacional para el mundial de México 1970 y fue múltiple campeón con los equipos Marte, Águila y Alianza.

Cuenta que en El Salvador los muchachos (seleccionados) lo recibieron “con mucho cariño y mucho interés”.

Esta leyenda del fútbol ya cumplió 93 años, pero continúa con su pasión, enseñando con su sabiduría y entrega a niños salvadoreños a través de su propia escuela de fútbol “Academia de Fútbol Futuro”.

Esta iniciativa fue inaugurada en 1993, para que niños de 6 a 12 años tuvieran la oportunidad de formarse con los conocimientos del maestro.

Don Hernán fue motivado por su deseo de ayudar a los niños y ver crecer el fútbol junto a la nación que lo acogió. Así como enseñar con su talento las reglas que rigen este deporte dentro de las canchas para que el deportista adquiera las cualidades necesarias para ser competitivo.

Esta institución ya cuenta entre su historial con cientos de alumnos que han llegado a ser futbolistas destacados, como Manuel Salazar, Kevin Caravantes o Isaac Zelaya y otros que han jugado en ligas profesionales y han salido becados a países como Estados Unidos.

Su principal desafío asegura que es apostarle a la formación integral de los niños, con disciplina, obediencia y compañerismo, así como el derecho a divertirse y pasarla bien, aprender y generar valores. “Todo eso aquí se enseña, ni una palabra deshonesta. Hay que ser tolerante y respetuoso para trabajar con niños, aunque seamos muy amigos debemos tratarnos con respeto”, afirmó.

Su academia tiene un sentido social, a quienes no pueden pagar se les abren las puertas para que puedan formarse; esta filosofía, según el fundador, se debe a que todos los niños tienen derecho a aprender y practicar el juego que más les gusta.

“La función social es uno de los fundamentos que esta academia tiene, no solo enseñar futbolistas de la cintura para abajo sino también para arriba, todo completo. Aquí se forma un futbolista integral”, afirma.

En este escenario que cumple 27 años de existencia no solo se enseña fútbol, también se promueven valores morales y cívicos que acompañan al fútbol tanto dentro como fuera de las canchas.

En sus récords la escuela Futuro, cuenta con un promedio de 1,000 jóvenes, cuyos padres han creído en la filosofía de enseñanza del profesor Carrasco. Así lo confirma Milton Sánchez, quien es padre de Andy, un niño matriculado hace dos años en esta institución.

“Cuando lo traje no sabía quién era el entrenador, solo lo busqué en Internet pero al saber quien era y su trayectoria decidí dejarlo acá. Es una gran oportunidad porque él tiene fundamentos para enseñar”, afirmó el padre de familia.

Don Hernán asegura que solo formando a los niños en los deportes y académicamente el país puede ver resultados positivos en el futuro en este deporte, que cataloga como el más importante del siglo, tanto en lo social como en lo económico.

Como entrenador y profesor expresa su satisfacción porque no ha dejado de lado su pasión y el contacto con los pequeños.

“Me siento satisfecho, me analizo y digo: yo nací para entrenar niños, me encanta enseñar y verlos jugar cuando hacen una línea de fondo, para atrás y es gol, eso es lo más maravilloso”, habla el director con un profundo sentimiento de alegría.

Este deporte ha llevado a Carrasco a hacer amigos para siempre, porque asegura que es el fin último del fútbol. “Estoy extrañado de ver tanta atención y tanto respeto por mi persona en todos lados, el fútbol es así, lo llevo en el corazón y a todos los que han estado conmigo”, dice.

Por último, deja un mensaje a los nuevos formadores de futbolistas y a autoridades competentes para que lleven a cabo una apuesta integral para sacar al fútbol de la situación carente en la que se encuentra en la actualidad, tal como él lo califica.

“El mensaje es para todos los profesores y entrenadores que se capaciten de forma integral para enseñar de la mejor manera a los niños. El país tiene que preocuparse por la niñez desde que nacen hasta que salen con una profesión, y si es el fútbol lo que elijan, tienen que convertirse en los mejores”, aseguró.

No le gusta hablar de sueños, pero anhela que un día el fútbol de El Salvador trascienda a nivel internacional de la mano de los niños que está ayudando a formar.

A sus 93 años recibió una pensión vitalicia por parte del Estado salvadoreño por su destacada labor en selección nacional y sus aportes al crecimiento de este deporte en este país.

Hernán CarrascoEl entusiasmo de este amante del fútbol ha sido inalterable con el paso de los años.

Historia y pasión

Todo inició en los años 1950, cuando don Hernán empezó a trabajar en la Universidad de Chile con las divisiones inferiores, este fue un proyecto innovador de fútbol integral en Sudamérica y el mundo, propuesto y ejecutado por él mismo.

En ese tiempo la universidad aportó nueve jugadores a la selección que fue tercer lugar en el mundial de 1962, el mayor logro de los suramericanos.

Así comenzó su exitosa carrera como entrenador de fútbol, formando las bases desde niños, pero su gloria se debe a que don Hernán es un pedagogo, se graduó de profesor en educación física en el ala normalista de la Universidad de Chile.

Se considera normalista con profundos conceptos pedagógicos aplicados dentro y fuera de las aulas para la formación de alumnos integrales.

Él mismo afirma que “el fundamento de las escuelas normales era enseñar la formación integral del niño. Trabajando con niños uno va creciendo y queriéndolos, siento gran cariño por ellos y les enseño con pedagogía y metodología los fundamentos tácticos que le faltan al fútbol nacional”, afirmó.

El profesor lamenta que se hayan cerrado las escuelas normales en Chile y El Salvador porque los graduados de estos centros de estudio eran disciplinados y padres espirituales.

Don Hernán también trabajó en su natal Chile en el Colegio Politécnico donde enseñaba a niños menores de edad que habían infringido las leyes, fue una etapa muy desafiante, según recuerda. “A todos me los conquisté con el deporte, tenía una escuela muy buena, me tocó enseñar a niños que no tenían futuro”, asegura el maestro.

Asimismo, se formó en la enseñanza de personas con discapacidades y trabajó durante tres años enseñando educación física a menores en una escuela de ciegos.