La semana anterior y como parte del denominado “Plan Control Territorial” el presidente de la República, Nayib Bukele, con autoridades del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, Ministerio de la Defensa Nacional, Dirección General de la PNC, subdirecciones y jefaturas de la Corporación policial efectuaron el relanzamiento de la denominada “Policía Rural Conjunta”, la cual en los cinco años fue debilitada, generando abandono a la población de las zonas rurales a nivel nacional. Han pasado dos años desde las últimas equivocadas decisiones de las autoridades anteriores y del presidente de la República, Sánchez Cerén, por las que los agentes fueron enviados a las delegaciones, lo cual limitó su operatividad y especialización. Estas decisiones únicamente favorecieron al crimen organizado y las pandillas que sometieron a la población rural de los cantones, caseríos, comunidades además de dejar desprotegidos a los pequeños agricultores y ganaderos que fueron sometidos a todo tipo de sometimientos como extorsiones, desplazamientos forzados, cuatrerismo, robo de cosechas, y muchos fueron asesinados, por años ante tales inexplicables y absurdas decisiones del gobierno anterior cuya población rural es superior al 45%
Las principales decisiones del presidente Bukele con el gabinete de seguridad las puedo resumir así: la creación y elevación a una subdirección de la Policía Rural que dirigirá las operaciones a nivel nacional, contará inicialmente con 16 bases rurales, con 100 puestos en zonas rurales, con un dispositivo inicial asignado de 1,600 agentes policiales más un refuerzo de 1,142 policías y el apoyo incondicional de nuestra Fuerza Armada con 300 efectivos, han recibido equipo nuevo como motocicletas todo terreno.
Para facilitar y fortalece el trabajo de esta subdirección de Policía Rural Conjunta es necesario destinar recursos para las bases rurales y puestos que se diseñen modelos de base a nivel nacional que cuenten con agua potable y energía eléctrica, baños, duchas, dormitorios, cocinas equipadas con todo lo necesario no solo con lo mínimo, zonas de descanso y otros, que pueden apoyar en la construcción y remodelaciones los privados de la libertad de centros penales.
En cuanto al equipamiento serán fundamentales los fondos de la Fase III del Plan Control Territorial para equiparlos con GPS, cascos y lentes con visión nocturna, drones, chumpas especiales, helicópteros para emergencias o apoyo en seguimiento, armas de fuego nuevas y adecuadas para enfrentar estas estructuras que portan armas de uso privativo con poder explosivo y expansivo, equipo especial de comunicación, zapatos adecuados.
Con este relanzamiento se le estará proporcionando seguridad a la población, pero además brindará condiciones para reactivar cultivos y ganadería, liberarse de la extorsión, recuperar viviendas y terrenos en manos de criminales, en resumen recuperar la paz y tranquilidad.
Policías rurales y miembros de la Fuerza Armada que acompañan los planes, su trabajo no ha sido en vano. En estos días de Navidad, cuando se encuentran protegiendo y sirviendo a la población lejos de sus familias, hasta los últimos cantones, caseríos, cafetales y otras zonas, muchas gracias y que Dios les bendiga. Están en las zonas donde la población más los necesita…
Experto en seguridad y criminología